El Pachuca no es el mismo que aquel Campeón de la Concacaf de hace unos meses, estuvo cerca de perder en casa ante el Querétaro, pero alcanzó a rescatar un agónico empate 1-1 al 97’ en el estadio Hidalgo ante unos Gallos Blancos que jugaron toda la segunda mitad con un hombre menos tras la expulsión de Ayrton Preciado.

A pesar de que los hidalguenses tuvieron un gran dominio territorial, no pudieron generar peligro constante sobre el marco rival. Entonces Preciado tomó el balón en tres cuartos de cancha y sacó un potente disparo que se incrustó en el arco de Carlos Moreno para el 0-1 de los Gallos al 39’.

Pero entonces Preciado pasó de lo sublime a lo ridículo. Apenas en el primer minuto de la segunda parte se ganó su segunda amonestación en el partido por un manotazo en la cara de un rival, por lo que el futbolista ecuatoriano fue expulsado y dejó a los queretanos con un hombre menos.

Parecía que todo cambiaba a favor del Pachuca cuando se señaló una falta sobre Andrés Micolta dentro del área y se decretó el penalti. El español Borja González tomó el balón, disparó fuerte, raso y pegado al poste derecho, pero el portero Guillermo Allison hizo una gran atajada y mantuvo su arco intacto.

Durante el resto del partido, los queretanos se dedicaron a defender su ventaja, aunque en los latigazos en contragolpe lucían más peligrosos de lo que llegó a mostrar el Pachuca, que lució deslucido, desesperado, sin ideas, pero Sergio Aguayo logró coronar una gran jugada colectiva al 97' para darle un respiro a los Tuzos.