"Bienvenido a Nueva Italia, cuna del ejido más grande de México", se lee el letrero en la autopista que marca el ingreso al poblado. Nueva Italia de Ruiz es una ciudad mexicana de 32,000 habitantes en el estado de Michoacán. Alguna vez, esta ciudad tuvo un equipo de la Segunda División del futbol mexicano, pero poco les duró el gusto debido a sus nexos con el narcotráfico.
Los Mapaches de Nueva Italia era el nombre del equipo. En 2007, lograron el título en el torneo Clausura de la Tercera División, para ascender así a Segunda.
Angel Sepúlveda, el hoy jugador de Xolos de Tijuana del Máximo Circuito, inició su carrera con Mapaches. El delantero oriundo de Apatzingán, Michoacán tenía apenas 16 años de edad cuando jugó para la ahora extinta franquicia. En su registro en la página oficial de Liga MX, aún aparecen los 25 partidos que disputó tanto en Tercera como Segunda división, defendiendo dichos colores.
"Nos detuvieron como si fuéramos narcotraficantes y sólo sabíamos de futbol", recordó el futbolista en una entrevista para El País.
En octubre de 2008, el futbol mexicano fue noticia internacional por razones extra deportivas. Los Mapaches de Nueva Italia se habían trasladado a la capital del país en sus lujosos autobuses, algo que desde un inicio llamaba la atención pues ni siquiera los denominados ‘equipos grandes’ del balompié nacional tenían transportes similares, para disputar el partido correspondiente ante la filial de Segunda de las Águilas del América: América Coapa.
Mapaches se llevó la derrota ante los de Coapa, pero nadie vio venir lo que ocurrió. Elementos de la Agencia Federal de Investigación entraron en las instalaciones americanistas para llevarse a jugadores y personal de Mapaches. Fueron trasladados a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada en los autobuses para ser interrogados, permanecieron allí hasta la media noche cuando se les permitió regresar a casa.
La Procuraduría General de Justicia detuvo a 7 personas, entre ellos el dueño del equipo, Wenceslao Álvarez, por vínculos con el narcotráfico. A Álvarez se le dictó auto de formal prisión por delincuencia organizada, lavado de dinero y tráfico de drogas.
"Salíamos, marcábamos 7 goles y nos daba el dinero. Siempre nos trató de maravilla", recordó Sepúlveda en aquella entrevista para El País, luego de que ‘Wuenchis’, como era apodado el ex propietario, ofrecía dinero a cada jugador por resultados en la cancha cuando iban abajo en el marcador.
Con base en el reglamento de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), el club quedó desafiliado luego de las detenciones.
"Tenemos los filtros puestos para que no suceda. Hoy ni tú, ni yo, ni nadie puede asegurar que no haya estas situaciones. Nadie es inmune, pero también hay que reaccionar y hay que hacerlo a tiempo", fue la respuesta del secretario general de la FMF en aquel tiempo Decio de María, según recuerda un artículo de la agencia EFE