El Benfica tardó más de 45 minutos para resolver el partido frente al débil Auckland City de Nueva Zelanda en el Mundial de Clubes, y aunque al final goleó por 6-0, el equipo portugués se vio beneficiado por un polémico penalti que ni siquiera objetó el VAR para el primer gol.
El árbitro qatarí Salman Falahi marcó una inexistente falta en el tiempo agregado antes del descanso cuando el argentino Gianluca Prestianni ingresó al área y cayó aparatosamente tras superar a Haris Zeb.
Las imágenes de televisión muestran claramente que no hubo contacto del jugador de Auckland City y que el argentino se tiró al entrar al área para engañar la árbitro. Y aunque el VAR revisó la jugada, no objetó la decisión y Ángel Di María cobró la falta para abrir el marcador.
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INTERRUPCIÓN
El Benfica finalmente ganó el partido por 6-0, con una interrupción por causas meteorológicas de más de dos horas, con un descanso eterno, enredado en la primera mitad por el lucimiento del portero Nathan Garrow que sostuvo al Auckland mucho tiempo, pero se derrumbó tras el penalti que no debió contar.
El Benfica, que antes de la prolongada pausa se mostró espeso, logró una goleada que alienta su futuro en el Mundial de Clubes, después del empate ante el Boca Juniors en la jornada anterior y a la espera de la cita en la última fecha contra el Bayern Munich.
La superioridad del Benfica no quedó en duda, pues en la primera parte disparó dieciocho veces a la portería, pero sólo pudo marcar con ese penalti inventado.