El futbolista brasileño Lucas Paquetá protagonizó este domingo un hecho inusual en el partido en el que su equipo el West Ham United empató en casa 1-1 ante el Tottenham.
Al minuto 73’ el mediocampista cortó un posible contragolpe con una falta y el árbitro Michael Oliver no dudó en mostrarle la tarjeta amarilla, lo que provocó que el sudamericano se pusiera a llorar.
El silbante detuvo el encuentro para hablar con Paquetá, que también era consolado por algunos de sus compañeros mientras se tapaba el rostro para ocultar las lágrimas.
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Siete minutos después el brasileño salió de cambio y al final del encuentro no platicó con los medios de me comunicación; sin embargo, se especula que el llanto podría estar relacionado con la investigación a la que ha sido sometido por presuntamente haber estado implicado en apuestas deportivas.
Concretamente, el futbolista está acusado por la Federación Inglesa (FA) por haber forzado amonestaciones para una red de apuestas durante 2022 y 2023 en los partidos de la Premier League con el West Ham ante el Leicester, el 12 de noviembre de 2022; Aston Villa, el 12 de marzo de 2023; Leeds United, el 21 de mayo de 2023; y AFC Bournemouth, el 12 de agosto de 2023.
El jugador y sus abogados han rechazado dichos señalamientos, pero se estima que al final de la presente temporada en Inglaterra se conocerá su castigo que podría ser una suspensión por varios años de toda actividad.
Es por ello que todo indicaría que al recibir la tarjeta amarilla este domingo, a Paquetá le reavivó internamente la preocupación por la causa judicial y las acusaciones que enfrenta.