Con un doblete estelar en el derbi de Milán, el serbio Luka Jovic dejó en la banca al mexicano Santiago Giménez y clasificó al Milan a la final de la Copa Italia al mismo tiempo que arruinó las esperanzas del triplete del Inter (0-3, 1-4 global), incapaz de superar a su rival más cercano en sus últimas 5 citas.
El candente inicio de Giménez al anotar en sus dos primeros partidos de Serie A y en la eliminación ante Feyenoord en la Champions en febrero (no ha vuelto a anotar desde entonces), se apagó completamente y hoy el mexicano se quedó en la banca.
El gran protagonista fue Jovic, que contra todo pronóstico se ha ganado muy merecidamente un puesto de titular en el once por delante del mexicano Santiago Giménez y el inglés Tammy Abraham. Suyos fueron los dos primeros goles de una noche para el recuerdo en una temporada pobre para el Milan.
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El primero, un testarazo perfecto en el minuto 36. Y el segundo, de delantero puro, rematador en el barullo del área pequeña para superar por segunda vez al portero español Josep Martínez.
El Inter fue inferior durante la mayor parte del duelo. El colofón de la noche llegó con el gol del neerlandés Tijjani Reijnders en el 85, tras una jugada con el luso Rafael Leao y el francés Theo Hernández.
Avergonzó el Milan al Inter como visitante en San Siro, en uno de los trofeos fetiches de Simone Inzaghi y en una temporada en la que la tónica general es bien distinta, con el Inter acostumbrado a sonreír en los grandes partidos. Esta vez la caída fue gigante. Jovic arruinó las ilusiones interistas. Adiós al triplete.
Con información de EFE