EFE.- Una pelea entre barras de Atlético Nacional tras su partido de Copa Libertadores ante Internacional dejó un saldo de un muerto y un herido durante la madrugada de este viernes en la ciudad brasileña de Porto Alegre, según informó la Policía.
Medios locales identificaron a la víctima como Alejandro Lopera Zuluaga, un colombiano de 27 años, que murió producto de una puñalada en el pecho proporcionada por otro hincha del mismo club.
Otro hombre, del cual aún no trascendió su identidad, también resultó herido y fue trasladado a un hospital cercano en estado "gravísimo".
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La Policía regional confirmó que la pelea dejó un balance de un muerto y un herido gravísimo, pero no identificó a las víctimas ni precisó su nacionalidad.
La pelea se produjo tras el partido en el que Atlético Nacional cayó contra el Internacional brasileño por 3-0, en el barrio Cidade Baixa, a menos de 5 kilómetros del estadio Beira-Rio, en Porto Alegre, la capital del estado de Río Grande do Sul, donde se desarrolló el encuentro por la Copa Libertadores.
Otros hinchas que se encontraban al momento del hecho pidieron un taxi a través de una aplicación para llevar a la víctima al hospital.
El conductor del automóvil relató en entrevista a TV Globo que fue abordado unos 20 o 30 hombres, que "rodearon su carro y le sacaron el celular" para evitar que se vaya, y que cuando la víctima se subió al auto "ya estaba muerto".
Contó que, para el momento en el que llegó, la pelea había cesado y que dos personas acompañaron a Lopera durante el recorrido.
En camino al hospital, el taxista frenó en un control policial para notificar el hecho.
JORNADA TRÁGICA
Fue la tercera muerte en una jornada trágica de la Copa Libertadores, luego de que el jueves el partido entre el Colo Colo chileno y el Fortaleza brasileño fue suspendido tras incidentes al interior del estadio Monumental David Arellano de Santiago.
Las barras de Colo Colo invadieron la cancha en el minuto 72 y obligaron a Fortaleza a abandonar campo de juego cuando el partido estaba empatado sin goles, en reclamo por la muerte de dos personas en una estampida que ocurrió antes del comienzo en las afueras del recinto.
Los oficiales de la Conmebol aplicaron el protocolo para detener el partido y, en conjunto con las autoridades chilenas, se comenzó el desalojo de los aficionados del estadio, sin dar por terminado el encuentro.