Una situación inusual se suscitó con Lorenzo Lucca, delantero del Udinese, quien le arrebató al cobrador oficial de su equipo el balón para ejecutar un penalti, ante la desaprobación del director técnico y sus compañeros, anotó, nadie acudió a su encuentro para festejar y cuatro minutos más tarde fue sustituido. Con ese gol, su equipo se impuso 0-1 al Lecce.
Todo se desencadenó cuando se decretó un penalti a favor del Udinese al 30’, el cobrador oficial es el francés Florian Thauvin, exjugador de los Tigres de la Liga MX; sin embargo, Lucca tomó el esférico y no lo soltó, a pesar de que sus compañeros, de forma literal, intentaron arrebatárselo.
La discusión tardó cerca de dos minutos, a tal grado que el árbitro amonestó al delantero por tardarse para cobrar. Sus coequiperos entendieron que no podían prolongar más la ejecución, lo dejaron efectuarla y Lorenzo convirtió desde el manchón, pero nadie se acercó a abrazarlo en el festejo.
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Sólo cuatro minutos más tarde, apenas en el 36’, Kosta Runjaic, director técnico del Udinese, decidió relevar a Lucca por desobedecer una orden y no portarse solidario con sus compañeros, a pesar de que, con ese gol, su equipo terminó ganando de visita ante el Lecce.