EFE.- El Barcelona volvió a tropezar en Vallecas, como en sus anteriores dos visitas ligueras, en las que perdió, y rescató un empate 1-1 frente al Rayo Vallecano, que se adelantó en la primera parte con un gol de Unai López que neutralizó en el minuto 82 Florian Lejeune, un autogol que evitó al equipo azulgrana irse de vacío en un partido gris sin demasiadas ocasiones.
El estadio de Vallecas lució sus mejores galas para recibir al Barcelona, que se plantó en el barrio madrileño sin su portero titular, el alemán Marc André ter Stegen, y sin Gavi, lesionados. Como sustitutos, Iñaki Peña en la portería y el neerlandés Frenkie de Jong, que volvió a jugar diez partidos después tras superar una lesión.
El encuentro comenzó de forma eléctrica, con dos equipos tratando de dominar la posesión y con alternativas en ambas áreas en los primeros diez minutos con una ocasión de Robert Lewandowski y otra de Oscar Valentín.
El Barcelona, con De Jong organizando el juego y Pedri y Oriol Romeu como principales apoyos, sufrió mucho en la primera mitad para encontrar espacios por los que hacer daño al Rayo, aprovechando poco la velocidad de Lamine Yamal y Ferrán Torres, desasistidos durante algunos compases del juego.
LETARGO
El partido despertó de su letargo a los 38 minutos cuando, tras una falta lateral, Unai López recogió el balón al filo del área a la derecha de su ataque y lanzó un potente disparo con la diestra ajustado a un poste ante el que nada pudo hacer Iñaki Peña.
El Barcelona se quedó aún más helado con el gol, esperando la llegada del descanso para refrescar ideas y buscar soluciones a su parsimonioso juego, que siguió igual tras la reanudación.
REACCIÓN
A los nueve minutos de la segunda parte Xavi Hernández realizó dos cambios a la vez para dar entrada a \u0130lkay G\u00fcndo\u011fan y Joao Félix por Oriol Romeu y Ferrán Torres. Su entrada dio otro aire al equipo y prueba de ello es que el Barcelona comenzó a merodear con más ahínco el área del Rayo y, sobre todo, con más velocidad, algo que empezó a hacer sufrir a su rival.
Los jugadores azulgranas se sintieron más liberados con el paso de los minutos y, aunque el reloj corrió en su contra, las mejores jugadas se fueron sucediendo, en muchas de ellas con Joao Félix de protagonista, aunque la más clara fue un disparo al poste izquierdo de la portería de Stole Dimitrievski de Raphinha en su primera intervención.
La insistencia del Barcelona tuvo premio en el minuto 82 con una jugada rápida que terminó con un centro de Alejandro Balde desde la izquierda que Lejeune, en un intento de despeje, remató a su portería sin querer.
Los últimos minutos de partido fueron un continúo ir y venir de jugadas ofensivas en ambas áreas puesto que el Rayo Vallecano no se quiso conformar el empate y buscó continuamente la referencia de Radamel Falcao en la punta de su ataque y el Barcelona, consciente de lo poco valioso para sus intereses del punto, trató de marcar el segundo, aunque las prisas le llevaron a cometer errores en esos metros finales.