La última jornada de la Premier League fue una auténtica locura. Manchester City y Liverpool llegaron con un punto de diferencia, y a los 'Citizens' les valía la victoria en casa ante el Aston Villa para coronarse; sin embargo, la tragedia merodeó a los dirigidos por Pep Guardiola, que al minuto 69' perdían 0-2.
Al mismo tiempo el Liverpool empataba 1-1 ante el Wolverhampton y parecía que el panorama se aclaraba, pues necesitaba un gol para ser campeón si se consumaba la derrota del City.
Pero llegó el milagro de los 'Ciudadanos'. En cinco minutos lograron tres anotaciones: G\u00fcndogan dio cierta esperanza (76'), Rodri empató (78'), y de nuevo el alemán apareció para empujar (81') una gran jugada de Kevin de Bruyne y sentenció el 3-2 y una remontada de locura que vale una Premier League.
En Anfield los 'Reds' ganaron 3-1 pero ya no importó dicho marcador con la victoria del Manchester City que sumó una nueva Liga a sus vitrinas y fue la locura en el campo que resultó invadido por la hinchada.