El Chelsea arrolló al Real Madrid, pero fue hasta el minuto 85 cuando sintió en su poder el boleto a la Final de la Champions League tras fallar incontables oportunidades, pero con el 2-0 (3-1 global) fue suficiente para celebrar su pase al duelo decisivo contra el Manchester City.
El Chelsea sometió al Real Madrid desde el primer tiempo. Los problemas de Zidane para armar un equipo competitivo, pese al regreso de Sergio Ramos, generaron una falta de coordinación en la defensa, lo que supo aprovechar el Chelsea.
Timo Werner hizo el 1-0 para el Chelsea en el minuto 28 tras aprovechar un balón que Havertz estrelló en el travesaño.
El Real Madrid tuvo dos grandes oportunidades por medio de Benzema, pero en ambas intervino oportunamente el portero del Chelsea, Edouard Mendy.
ABRUMADOR
La segunda parte inició con el Chelsea bien concentrado en explotar los espacios que le dejaba el Real Madrid.
Pero el problema para el Chelsea fue que no atinaba a vencer a Courtois para sentenciar su pase a la Final de la Champions, con Mason Mount y Kai Havertz fallando opciones claras.
En el 66, Kanté volvió a fallar, lo cual ya era preocupante, más allá de que Courtois se erigía como la figura, pero con un riesgo que corría el Chelsea de darle más vida al más ganador de la Champions, un Real Madrid que jamás renunciaría a otra oportunidad por levantar el titulo.
La presión del Chelsea aumentaba en la ofensiva, pero los remates no terminaban por subir al marcador, así que no había tranquilidad en el equipo de Tuchel. El Real Madrid solo necesitaba un gol, pero los Blues tenían un gran control del mediocampo. Solo un error grave les quitaría la oportunidad de firmar la Final inglesa en la Champions.
En el 85 llegó la sentencia. Pulisic, la gran figura del Chelsea, le dio la estocada al Real Madrid, con una gran jugada individual que le permitió entregar a Mason Mount en el área, para que solamente empujara el balón y dejar la semifinal 3-1 a favor, además de su cita con el Manchester City en la Final de la Champions.