El gobierno británico está cada vez más alarmado por la tendencia de los futbolistas a abrazarse y besarse cuando festejan sus goles, lo que eleva el riesgo de infecciones de coronavirus y pone en peligro que los torneos sigan disputándose durante el más reciente confinamiento nacional.
Los brotes en los equipos de la Liga Premier, que han provocado la posposición de varios partidos, han puesto de relieve temores sobre las interacciones de los jugadores, las cuales podrían evitarse.
"Todos en el país tienen que modificar la manera de interactuar con la gente", tuiteó el ministro de Deportes Nigel Huddleston el miércoles.
"Los futbolistas no son la excepción. Las medidas contra el COVID tienen validez para el futbol. Los futbolistas deben cumplirlas y las autoridades del futbol hacerlas cumplir estrictamente".
En medio de un repunte de casos de COVID-19, la Liga Premier advirtió a los clubes que se impondrán sanciones por quebrantar las reglas.
Huddleston incluyó en su mensaje en Twitter una nota periodística sobre la carta que la Premier envió a los clubes y en la que se subraya que los jugadores deben evitar apretones de mano y abrazos, y que son "afortunados de poder seguir jugando".
La advertencia no fue acatada cuando los jugadores del Sheffield United y Manchester United se abrazaron al celebrar sus victorias el martes.
Y nada cambió realmente pese a las declaraciones gubernamentales surgidas al comienzo de la jornada.
Casi todos los jugadores del Manchester City felicitaron a Phil Foden por el gol que significó un triunfo por 1-0 ante Brighton. La celebración terminó con un gran abrazo grupal.
"Es el instinto y la reacción natural. Es difícil", consideró el técnico del City, Pep Guardiola.
Jonathan Van-Tam, el número dos de la salud pública en Inglaterra, instó el miércoles a los jugadores que eviten darse abrazos y besos.
"Nos encontramos en una situación muy peligrosa ahora mismo”, dijo Van-Tam. "Todo contacto humano cercano, que sea posible evitar, debe evitarse porque uno de cada de tres puede contagiarse y no tener ningún tipo de síntoma".
Una variante más contagiosa de COVID-19 que se propaga en Gran Bretaña, donde se han registrado más de 83.000 decesos por la enfermedad. El país informó de 1.243 muertes el martes, la segunda cifra diaria más alta de decesos desde el inicio de la pandemia el año pasado.
AP