Tigres fue mucha pieza para el Olimpia de Honduras, al que venció 3-0 con un doblete de André-Pierre Gignac y un autogol, con lo que se instaló en la Final de la Liga Campeones de la Concacaf.
El conjunto mexicano sencillamente impuso su jerarquía ante unos hondureños sumamente limitados, inocentes y que en los primeros minutos del encuentro abusaron de las rudezas al grado de que Javier Aquino tuvo que dejar el encuentro con una molestia en la espalda, producto de un golpe.
Pese a que dominaron desde el arranque, a los felinos les costó trabajo abrir el marcador, y fue hasta la agonía del primer tiempo (49') en la que luego de un penalti por una mano en el área de Deybi Flores que ameritó su expulsión, Gignac ejecutó con maestría para el 1-0.
En la parte complementaria con un hombre más, los dirigidos por Ricardo Ferretti tuvieron un auténtico día de campo y en un centro de Raymundo Fulgencio, quien entró por Aquino, de nuevo hubo una mano en el área y André-Pierre convirtió el segundo de la noche, otra vez por la vía del penalti.
Con el partido decidido y unos Tigres ya cuidándose para la Final, todavía Elvin Oliva rechazó hacia su portería para marcar un autogol y la tercera anotación de la noche.
Con la duda de Javier Aquino, el equipo mexicano avanzó a la gran Final de la Concachampions que se celebrará el próximo martes, en donde se medirá al América o Los Ángeles FC, quienes se enfrentan esta misma noche.