AP.- La agitación en la FIA (Federación Internacional del Automóvil), el organismo rector de series de carreras de autos como la Fórmula uno, se ha intensificado después de que su vicepresidente renunciara en protesta por la forma en que se gestiona.
Robert Reid fue compañero del presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, elegido en 2021. Su renuncia es el último signo de descontento con la dirección tomada por la FIA bajo el liderazgo de Sulayem, cuyo mandato ha visto una ruptura con los pilotos de F1 y la salida o reemplazo de numerosos altos funcionarios.
“Asumí este rol para ayudar a lograr una mayor transparencia, una gobernanza más sólida y un liderazgo más colaborativo. Con el tiempo, esos principios han sido cada vez más dejados de lado y ya no puedo, de buena fe, seguir siendo parte de un sistema que ya no los refleja”, señalo el jueves en redes sociales Reid.
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La FIA ha chocado con los pilotos de F1 por los planes de Ben Sulayem de tomar medidas enérgicas contra las malas palabras. Las nuevas reglas introducidas para 2025 permiten a la FIA suspender a los pilotos que las profesen repetidamente o hagan declaraciones políticas.
El campeón de F1, Max Verstappen, mantuvo sus respuestas al mínimo en una conferencia de prensa de la FIA el año pasado después de ser sancionado. Los pilotos del campeonato mundial de rally el mes pasado boicotearon entrevistas para protestar por una multa impuesta a un piloto que usó una palabra obscena en una entrevista.
Reid, un ex copiloto campeón mundial de rally, no es la única voz en la FIA que expresa preocupación por la forma en que se gestiona.
El representante británico David Richards, un colega de Reid de sus días de rally, dijo el miércoles que estaba buscando una reunión con Ben Sulayem. Richards alegó que fue excluido de una reunión del consejo mundial de deportes de motor de la FIA por negarse a firmar un documento que llamó una "orden de silencio" que prohibiría la discusión pública de temas clave.