EFE.- El Real Madrid ganó este domingo en una serie de penaltis al FC Barcelona el primer Clásico español amistoso de leyendas que se disputó en México, luego de un empate 2-2 en el tiempo regular.
El portugués Luis Figo y el brasileño Marcelo marcaron por los merengues los primeros 90 minutos, mientras que Carles Puyol y el argentino Javier Saviola lo hicieron por los blaugranas, en un partido llevado a cabo en el Estadio Nemesio Diez, en Toluca.
La serie de penas máximas, que se fue a muerte súbita y en la que participaron los diez futbolistas de campo de ambos equipos, terminó 8-7 en favor de los blancos.
Juan Carlos Rodríguez falló el penalti decisivo por los catalanes, mientras que Raúl Bravo convirtió el octavo y definitivo que le dio al Real Madrid su cuarta victoria en este tipo de partidos de exhibición y puso el saldo a su favor en el historial de siete encuentros.
El primer tiempo fue el mejor de los dos en este duelo de exhibición, con más ritmo y con unos futbolistas que no habían sufrido las repercusiones de jugar a 2,660 metros sobre el nivel del mar.
El Barça avisó primero de peligro. La recurrencia del 'Conejito' Saviola en el área rival provocó un penalti que el brasileño Rivaldo falló al minuto 10 del encuentro al mandarla fuera de la portería defendida por Iker Casillas.
Tras ello, el Madrid se adueñó por un momento del partido y abrió el marcador en el minuto 18, cuando Figo, por banda derecha, entró al área, se llevó a Rafael Márquez y al neerlandés Frank de Boer para definir el 0-1 ante la salida de Jesús Angoy.
En el 21' el Real volvió a pegar. Marcelo recibió un pase a profundidad, le ganó la marca a dos defensores y definió el 0-2 con un tiro que pasó por encima de Angoy.
La ventaja en el marcador provocó que los blancos dejaran de ofender, lo que aprovecharon los catalanes para igualar el partido.
En el 31', Rivaldo cobró un tiro de esquina por izquierda y Puyol cabeceó para convertir el 1-2 al 31.
Al 35', Rivaldo cobró otro tiro de esquina, ahora desde el otro costado de la cancha, y mandó un servicio al segundo poste en donde Puyol volvió a cabecear de forma descompuesta, por lo que el balón le quedó a Saviola para bajarlo, acomodarlo y convertir el 2-2.
En la segunda parte, el encuentro bajó de calidad, en gran parte por la gran cantidad de cambios que hubo y por el cansancio que generó la altitud.