Christian Horner, jefe de la escudería Red Bull Racing, es uno de los personajes principales en la novela en que se ha convertido el futuro del piloto mexicano Sergio Pérez en el equipo.
En los últimos días, el directivo ha manejado un doble discurso al pronunciarse sobre Checo, cuya continuidad para 2025 está bajo cuestionamiento luego de una temporada para el olvido.
Por un lado lo ha invitado a reflexionar sobre su mal momento –“no está disfrutando”– al señalar que está en manos del tapatío la decisión sobre si seguirá o no el siguiente año, y ha dejado de manifiesto que existe una gran inconformidad con su desempeño, y entre líneas, que no entra en los planes del año entrante.
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“Tuvo un fin de semana horrible (en México), él sabe que la Fórmula Uno es un negocio de resultados”... “Conoce las presiones de este negocio, y vamos a darle todo el apoyo que podamos hasta la bandera a cuadros en Abu Dabi el próximo fin de semana. Y lo que decida hacer, será su decisión al final del día”, han sido algunas de las declaraciones recientes de Horner.
Por el otro lado, el jefe de Red Bull ha apelado a la mesura y al agradecimiento por los años de Checo en el equipo, y de cara a la última carrera de la temporada en Abu Dhabi, calificó como “especulaciones” las versiones que afirman que el mexicano saldrá de la escudería.
“Sergio es nuestro piloto. Sigue siendo nuestro piloto contratado por el equipo. Y, obviamente, esta temporada no ha ido según los planes de nadie, especialmente con el rendimiento de Checo.
“En el equipo hay un gran respeto por Checo y a nadie le gusta verlo pasar por momentos difíciles como los que ha tenido. Hasta que la situación no esté clara con lo que quiere hacer Sergio, todo lo demás es pura especulación”, dijo este viernes.
Más allá de lo que platique en privado con Checo Pérez, Christian Horner ha utilizado a los medios de comunicación para enviar mensajes que al final del día reflejan la postura de la escudería respecto a la continuidad del mexicano.
Sin embargo, según trascendió esta semana, ni el jefe del equipo ni Helmut Marko (asesor) ni nadie puede ser 100 por ciento tajante respecto a la salida de Pérez, por la sencilla razón que el piloto está ‘blindado’ con un contrato para 2025 y no pueden despedirlo.
Se sabe que el próximo lunes 9 de diciembre, tras el final de la temporada en la que Red Bull no logró refrendar el título en el Campeonato de Constructores en gran parte por responsabilidad de Checo, ambas partes se sentarán a negociar, pues mientras el tapatío se ma mantenido firme y ha garantizado que estará en la Fórmula Uno en 2025, la escudería quiere a un nuevo coequipero para Max Verstappen.
Falta conocer si Sergio Pérez decide seguir con todo y que le digan de primera mano que ya no lo quieren y le ofrezcan un nuevo puesto en el equipo. La otra salida es que Red Bull decidiera rescindir el contrato y pagar una cantidad estratosférica en millones de dólares, cosa que no parece la mejor alternativa.
Por ello Horner por un lado mete presión y por el otro alaba el aporte de Checo. Es el doble discurso del jefe que tiene las manos atadas para despedir a uno de sus pilotos y lo busca convencer para que él dé un paso al costado.