REUTERS.- El tradicional Obelisco de Buenos Aires volvió a ser epicentro en la madrugada del lunes de los festejos de miles de argentinos para celebrar el Bicampeonato de la Copa América, tras la reñida Final consagratoria de la selección de futbol ante Colombia en Miami definida con un gol de Lautaro Martínez.
Familias completas embanderadas con los colores celeste y blanco de la bandera, niños llorando de alegría, el cántico a favor de la idolatría que conlleva Lionel Messi y el tributo a la despedida de Ángel Di María se destacaban entre cánticos y bocinas.
El equipo dirigido por Lionel Scaloni ratificó los laureles alcanzados en la anterior edición en Brasil, ahora dando otra vuelta olímpica en Estados Unidos con la anotación en tiempo adicional de Martínez, goleador en la liga italiana.
“A estos muchachos (jugadores) no se le puede pedir nada más, no dejan de darnos alegrías en medio de tantas tensiones económicas que nos toca vivir a diario”, dijo Pablo Rutz, estudiante de 26 años, mientras celebraba con una camiseta de la selección en su mano derecha.
La tercera economía de Latinoamérica lucha contra una compleja recesión y una inflación de casi el 300 por ciento anual, con una pobreza superior al 50 por ciento.
Ni siquiera las bajas temperaturas fueron impedimento para que se sumaran con el paso de los minutos más hinchas para festejar el título, como ocurrió con la Copa América de Brasil ante el clásico rival, la Finalísima ante Italia en Wembley y la victoria ante Francia en la Copa del Mundo en Qatar.
Muchos se apoyaban en la transmisión vía celular para seguir la entrega de medallas en suelo estadounidense, con ovación para el arquero Emiliano Martínez como el mejor en su puesto dentro del campo de juego.
“Viva Argentina, viva Argentina (…) esto es pueblo y alegría, un combo ideal para olvidar penurias: gracias Messi por tanto“, exclamó Mabel Francis, una ama de casa con su hijo en mano.
Por la demora en el inicio de la final, ya comenzado el lunes el centro de Buenos Aires se poblaba de festejos, lo que se repetía en muchas otras ciudades del interior del país austral.
UN MUERTO
La noche se enlutó cuando antes de que comenzara todo el despliegue de los hinchas, un joven perdió la vida al caerse de un cartel publicitario (‘espectacular’), reportó la policía local.
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