Vida y muerte en territorio palestino: víctimas del conflicto en Medio Oriente muestran el horror desatado en Gaza y Cisjordania

palestina-gaza-israe
Foto: EFE

Por Isabella González 

En los territorios palestinos de Cisjordania y la Franja de Gaza, la vida está marcada por el férreo control de Israel, las prohibiciones y la constante amenaza de la guerra

La mejor amiga de “Mariam”, cuyo sueño es conocer el mar Mediterráneo que se encuentra a 15 kilómetros de su casa, ha sufrido la falta del libre tránsito. Ambas viven en Tulkarm, Cisjordania, en la frontera con Israel, pero como palestinas no pueden visitar la playa más cercana sin el permiso del gobierno de Israel que es difícil de conseguir. 

Te puede interesar: Ejército de Israel realiza otra incursión terrestre en la Franja de Gaza para atacar centros de Hamás

“Apenas tuvo un sueño en el que visitaba el mar con su familia porque tenemos prohibido ir ahí. Es solo un sueño para estas personas regresar a sus casas, a su tierra, su tierra robada, que ahora es de Israel, entre comillas”, relata en una entrevista telefónica “Mariam”, abogada de 25 años, que pide omitir su nombre por razones de seguridad.

No poder ir al mar es sólo un ejemplo de lo que viven los palestinos que habitan Cisjordania y la Franja de Gaza, las dos regiones que se encuentran bajo ocupación israelí, de acuerdo con organizaciones como la ONU, Amnistía Internacional y el Comité Internacional de la Cruz Roja. 

Dentro del territorio gobernado por la Autoridad Nacional Palestina en Cisjordania, el gobierno israelí tiene al menos 188 retenes militares que impiden la libertad de tránsito a los palestinos. De acuerdo con una investigación de Al Jazeera publicada en 2022, alrededor de 70 mil palestinos deben pasar a diario por los retenes militares para llegar a sus puestos de trabajo. 

Pasar un retén no es sólo una pérdida de tiempo. “Mariam” relata que con frecuencia los palestinos son obligados a desvestirse en las revisiones y los hacen esperar durante horas bajo el sol o la lluvia. 

Puedes leer: Cientos de miles de palestinos en el norte de Gaza se niegan a evacuar: “Irse sería razonable si Israel dejara de atacar el sur”

“Vivir en Palestina, en este caso en Cisjordania, es muy difícil porque está dividido en pequeñas partes vigiladas por retenes militares, así que no es fácil moverse de un área a otra y pasar por los retenes del gobierno israelí”, expone. 

Dentro de Cisjordania, que mide cinco mil 600 kilómetros cuadrados (una extensión similar a la del estado de Colima), Israel tiene alrededor de 130 asentamientos ilegales donde viven más de 450 mil personas, de acuerdo con la Oficina Central de Estadísticas de ese país. 

Son comunidades enteras que se han ido instalando en los últimos 50 años, después de desplazar a los palestinos que antes habitaban ahí.

Los horrores en Gaza

En la Franja de Gaza, las restricciones de movimiento son mayores que en Cisjordania y las condiciones de bienestar están reducidas al mínimo. Karim Abualroos nació en Gaza en 1996 y ahí creció, en la que él llama “la cárcel más grande del mundo”, donde sus habitantes están acostumbrados a las escaladas de violencia entre Hamás, la milicia palestina que gobierna en Gaza, e Israel, que controla sus fronteras y sus espacios marítimo y aéreo. 

Israel controla todo en Gaza. Controla la tierra, controla el aire, controla las fronteras, y controla lo que entra y lo que sale. Mi generación, la generación a la que pertenezco, fuimos educados y crecimos bajo el asedio”, señala Karim, que hoy vive en Bélgica.

El 16 de octubre pasado, Karim vio en vivo, por televisión, cómo sacaban de los escombros de su casa derrumbada en Gaza el cuerpo de su hermana mayor, Hadeel.

Más información: EU asegura que no hay pruebas de que Israel ataque deliberadamente a periodistas en Gaza

En ese bombardeo de Israel, al sur de la Franja, murieron también sus sobrinos, todos niños, su cuñado y 22 parientes más. 

“Vi a mi hermana en la televisión. Ella había sido asesinada. Vi a los doctores sosteniendo su cuerpo. Lo vi en vivo. Fue muy doloroso. Bombardearon su casa y otras casas en el área sin ninguna razón, sin ningún tipo de alarma. Quiero decir, no hay ningún tipo de activismo político en el área, no hay nadie. Mi hermana es maestra en la escuela. Así que no tiene sentido”, dice Karim en una videollamada realizada con Latinus.

Karim asegura que no hubiera podido ganar una beca e irse a estudiar una maestría a Europa si no hubiera sido por su hermana: “Siempre que podía, ella me llevaba a la librería pública de la ciudad. De hecho, yo no estaba interesado en eso cuando tenía 10 años, estaba interesado en el fútbol, quería ir con mis amigos a jugar fútbol todo el tiempo. Ella me decía: ‘Okay, ya jugaste fútbol ahora tienes que leer’. Así fue que me convertí en escritor”. 

“Ella creía que una de las cosas que puedes hacer para ayudar a la gente a tu alrededor es a través de la educación. Y eso hacía, ella daba clases gratis a quienes no podían pagar la escuela”, añade. 

A más de tres mil kilómetros de distancia del lugar donde nació, Karim pasa días sin poder comunicarse con sus padres, luego de que el gobierno de Israel bloqueara el suministro de electricidad en Gaza, además del abastecimiento de agua, alimentos y medicinas.

Más información: Hamás afirma que 50 rehenes murieron por los bombardeos de Israel en la Franja de Gaza

Sus padres, como la mayoría de los gazatís, se encuentran en su casa porque en la Franja de Gaza no hay refugios para protegerse de misiles y ataques aéreos. 

El pasado 7 de octubre Hamás realizó un ataque en territorio israelí que dejó mil 400 personas muertas, los expertos en Medio Oriente afirman que esta acción ha desatado una tensión nunca vista en los últimos 20 años en el conflicto palestino-israelí. Sin embargo, reconocen que la situación antes del ataque de Hamás ya era difícil. 

“Los palestinos llevan más de medio siglo de vida bajo una de las ocupaciones militares más sostenida de la historia contemporánea y realmente la situación siempre ha sido difícil”, sostiene Isabel Ortigosa, coordinadora de comunicaciones para las Américas del Comité Internacional de la Cruz Roja. 

Tras más de 15 días de ofensiva, el saldo de fallecidos en Gaza es superior a 5 mil personas, de las cuales casi 2 mil son niños, hay más de 14 mil heridos y un millón de personas desplazadas. 

Palestina vive un castigo colectivo

Maruan Soto Antaki, especialista en Medio Oriente, explica que el Estado de Israel tiene tres políticas centrales con respecto a Palestina: la práctica de castigo colectivo, el avance de los asentamientos israelís en Cisjordania y la segregación. 

Más información: Autoridades de Gaza declaran el colapso total de su sistema de salud por la falta de combustible y los bombardeos israelíes

“En la práctica de castigo colectivo siempre se dice se está yendo sobre objetivos específicos, los liderazgos, los que entraron, etc. En términos reales, esa práctica es una política de castigo colectivo que agrede a la población entera”, detalla en entrevista con Latinus

Soto Antaki indica que, poco a poco, Israel va quitando territorio a los palestinos, lo que es parte de su estrategia.

“Se les meten fuerzas, se les meten buldócers, les quitan sus propiedades, se les manda a donde puedan ir, solamente que no hay muchos lugares a donde puedan ir, y se van construyendo asentamientos, es decir, casas nuevas para que colonos vayan literal colonizando el territorio de forma discreta”, agrega. 

Soto Antaki asegura que hay una ocupación israelí en Palestina porque dentro de estos territorios operan las sus fuerzas de seguridad interior de Israel y existe una acción orquestada de segregación.

“Hay una condición de segregación donde la gente de estos territorios, a las que ya se les desplazó, a las que se les vuelve a desplazar, no cuentan con la posibilidad de integrarse a los otros espacios donde hay ciertos servicios, por ejemplo”, concluye. 

Comparte esta nota