Tania Rosas
“¡Libros sí, armas no!”, “¡Barbosa, entiende, la UDLAP no te quiere!”, ¡Ríos Piter, entiende, la UDLAP no te quiere!”, “¡UDLAP, libre!”, con esas consignas, cientos de estudiantes y trabajadores de la Universidad de las Américas Puebla marcharon para exigir que los dejen tener clases presenciales, que los conflictos legales no afecten a los alumnos y que elementos de seguridad armados, ya sea estatales o particulares, salgan del campus universitario.
Han pasado siete meses desde que el campus de la Universidad de las Américas Puebla, en San Andrés Cholula, Puebla, fue tomado por policías del estado, tras un conflicto legal entre particulares que ha afectado a 8 mil estudiantes y 2 mil trabajadores.
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Los afectados y sus familiares marcharon desde el campus tomado hasta el zócalo de Puebla, una distancia de 10 kilómetros, para exigir justicia y que se respete el Estado de Derecho en la entidad.
Los organizadores calcularon al menos mil 500 asistentes a la marcha, la más grande que se ha hecho desde que fue tomado el campus universitario.
Hubo muestras de solidaridad de otras instituciones educativas como la Ibero, Anahuac, UPAEP, el Tecnológico de Monterrey y el Cide, entre otras, afirmaron. Incluso se hicieron marchas simultáneas en otras ciudades como la Ciudad de México.
La comunidad universitaria portó pancartas anaranjadas y verdes, los colores de la UDLAP, en los que se leían consignas en contra de un patronato impuesto por la Junta para el Cuidado de las Instituciones de Asistencia Privada de Puebla; un rector “espurio”, Armando Ríos Piter, y así como un gobernador, Miguel Barbosa, quien, aseguran, se ha entrometido en un conflicto legal entre privados y ha intervenido para que no se libere el campus.
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“UDLAP, libre, fuera espurios”, “Merecemos estudiar”, “Exigimos evitar que intereses políticos se interpongan al derecho a la educación”, “Juntos volaremos como águilas”, decían algunas de las pancartas.
“Si creían que no íbamos a poder y que nos íbamos a dejar están muy equivocados”, dijo David, uno de los asistentes a la marcha.
A su llegada al zócalo de la capital poblana, los estudiantes cantaron el Cielito Lindo y agradecieron las muestras de apoyo en la Ciudad de México, Tlaxcala, Cuernavaca y Cancún, entre otras.
Aunque hay clases virtuales y a los maestros no les han dejado de pagar, la comunidad universitaria exige que liberen su campus para poder tomar clases presenciales con protocolos de salud.
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Entre alumnos, trabajadores y padres de familia prevalece la incertidumbre. Desconocen qué pasará con los estudios, con las investigaciones científicas, con la participación de los equipos deportivos en ligas nacionales, incluso temen que la universidad desaparezca.
El 29 de junio de 2021, el campus fue tomado por policías estatales, como parte de medidas cautelares promovidas por la Junta para el Cuidado de las Instituciones de Asistencia Privada de Puebla, órgano desconcentrado del gobierno estatal. Hoy resguardan las instalaciones elementos de seguridad privada que no han querido dar a conocer si les paga una institución pública o privada.
