Los esfuerzos para que el presidente Donald Trump enfrente otro juicio político contarán con el apoyo de varios republicanos de alto rango en la Cámara de Representantes que el martes anunciaron que planean votar para impugnar al mandatario.
Aunque la mayoría de los republicanos en la Cámara baja probablemente rechazan la idea de impugnar a Trump cuando le quedan siete días en el cargo, reportes indican que al menos 10 y hasta 20 integrantes de la bancada conservadora planean respaldar el artículo de juicio político en una votación este miércoles.
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El primer representante republicano en unirse a los demócratas para acusar al mandatario de incitar una insurrección en el Capitolio fue John Katko, quien resaltó que Trump puso “innumerables vidas en peligro” al negarse a condenar las acciones de aquellos que atentaron en en la sede legislativa el pasado el 6 de enero.
Tras el anuncio de Katko, Liz Cheney, la tercera republicana de mayor rango en la Cámara de Representantes e hija del exvicepresidente Dick Cheney, también informó que votará para acusar a Trump por incitar los disturbios, y calificó las acciones del mandatario como la peor “traición al cargo”.
Los representantes republicanos Adam Kinzinger y Fred Upton se sumaron a las voces que pidieron un juicio político contra el presidente Trump.
Kinzinger acusó a Trump de provocar que “una turba enfurecida” irrumpiera en el Capitolio, mientras que Upton dejó en claro que hubiera preferido “una censura formalizada”, pero destacó la necesidad de mandar un mensaje claro de que el país “no puede y no tolerará ningún esfuerzo por impedir la transferencia pacífica del poder”.
Para que la Cámara de Representantes apruebe la acusación contra Trump el miércoles, una mayoría simple de 218 votos, o incluso menos si hay ausencias en el pleno, deberá respaldar la medida. Los demócratas controlan 222 escaños.
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Una vez que la cámara baja apruebe el cargo de incitar una insurrección, el Senado estará obligado a iniciar un juicio político contra Trump.
La cámara alta no tiene previsto retomar actividades hasta el 19 de enero, por lo que el juicio político no llevaría a la destitución de Trump. Pero los demócratas también buscan que el actual mandatario no pueda ocupar otros cargos políticos en el futuro.
