El intento de Ucrania de poner en cuarentena a más de 70 personas desalojadas de China por el COVID-19, terminó en caos. Residentes locales que se oponen a la medida, arrojaron rocas a las personas aisladas y se enfrascaron en choques violentos con la policía.
Las autoridades condenaron la violencia, y la ministra de salud del país, Zoryana Skaletska, juró participar en la cuarentena de dos semanas. Lo anterior con el fin de tranquilizar a los manifestantes que temen infectarse.
¿Cómo sucedieron los hechos?
Tras horas de enfrentamientos, los autobuses con las personas en cuarentena finalmente llegaron al lugar designado para el aislamiento. Con mascarillas puestas, los pacientes se asomaban por las ventanas de los autobuses, mientras estos se avanzaban lentamente bajo una gran escolta policial.
Las rocas estrellaron la ventana de uno de los autobuses, pero nadie de las personas en cuarentena resultó lesionada.
Desde la mañana, cientos de vecinos de la aldea Novi Sanzhary, en la región céntrica de Poltava, bloquearon la calle hacia el sanatorio en donde se albergaría a la gente en cuarentena. Los manifestantes, algunos de los cuales parecían estar bajo el efecto del alcohol, bloquearon vialidades, incendiaron neumáticos y chocaron con la policía antimotines que se movilizó para despejar el camino.
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Nueve policías y un civil fueron hospitalizados, informó en un comunicado la policía regional. Detuvieron a más de 10 manifestantes.
La respuesta de las autoridades de Ucrania
El ministro del Interior de Ucrania, Arsen Avakov, visitó el lugar de las protestas para intentar calmar los ánimos y exhortó a los manifestantes a “ser comprensivos de la necesidad de estas medidas temporales”.
“La situación está bastante acalorada”, dijo Yuri Sulayev, vocero de la policía regional de Poltava.
El presidente Volodymyr Zelenskiy aseguró que la cuarentena no significa peligro alguno para los vecinos de la aldea de Novi Sanzhary.
La ministra Skaletska dijo que se uniría a la cuarentena de dos semanas para tratar de disipar las preocupaciones de los habitantes, a quienes exhortó a mostrar solidaridad y apoyo hacia los desalojados.
En las primeras horas del jueves, un avión con 45 ucranianos y 27 personas de diversos países partió de Wuhan, el epicentro del brote. En estos países están incluidos Argentina, Costa Rica, Ecuador, Panamá, República Dominicana e Israel.
El COVID-19 ha infectado a más de 75,000 personas en el mundo y causado más de 2,100 muertes.
Con información de AP
