Australia gana el primer ‘round’ a EU en la natación de París 2024 con triunfos de Titmus y relevo 4×100 libre

EFE.- La australiana Ariarne Titmus dio el primer paso para convertirse en la ‘reina’ de la natación de los Juegos de París 2024 tras revalidar el título de campeona olímpica de los 400 libre al imponerse a la canadiense Summer McIntosh, plata, y a la estadounidense Katie Ledecky, bronce, en una eléctrica final que muchos no habían dudado en calificar como la “carrera del siglo” por la rivalidad entre los equipos de Australia y Estados Unidos.

No sólo ya porque en ella estuvieran las tres últimas plusmarquistas universales de la distancia, sino porque si Ledecky ha marcado una época y Titmus guía el paso en la actualidad, la joven McIntosh, de tan sólo 17 años, está destinada a dominar en un futuro próximo la natación mundial.

La australiana Titmus salió ‘disparada’ con un primer parcial por 56.92, el mismo tiempo que hizo cuando estableció el récord del mundo.

Por detrás de la oceánica se situó la canadiense Summer McIntosh, que completó los primeros 100 metros 11 centésimas más lenta que Titmus, mientras que Ledecky, imbatible en distancias más largas, marchaba ya a 77 centésimas de la australiana.

Una ventaja que se amplió al paso por el ecuador de la prueba en el que Ariarne Titmus, la vigente campeona olímpica y mundial, mejoraba en 35 centésimas el crono de McIntosh y en más de un segundo y medio el de Ledecky que se despedía de cualquier opción de pelear por el oro.

Presea dorada que la oceánica no estaba dispuesta a que se le escapara por nada, como dejó claro con las 82 centésimas de ventaja sobre la joven nadadora canadiense a falta de los dos últimos largos.

Cien metros finales en los que, pese al empeño de McIntosh, la australiana Ariarne Titmus no sólo no cedió ni un sólo metro ante la canadiense, sino que amplió un poco más todavía su ventaja para tocar la pared con un crono de 3:57.49 minutos.

Muy lejos de su récord del mundo -3:55.58- pero suficiente para tocar la pared 88 centésimas antes que Summer McIntosh (3:58.37) y convertirse en la segunda mujer en revalidar el título de campeona olímpica de los 400 libre tras la estadounidense Martha Norelius, oro en 1924 y 1928.

Por su parte, Katie Ledecky, campeona en los Juegos de Río 2016, tuvo que conformarse con el bronce con una marca de 4:00.86, a más de tres segundos de Titmus.

SEGUNDO ORO Y RÉCORD

La segunda medalla de oro de Australia en esta primera jornada de natación olímpica de París 2024 llegó en el relevo femenino de 4×100 libre, tras imponerse este sábado a Estados Unidos, plata, en la final con un tiempo de 3:28.92 minutos, nuevo récord olímpico. Fue, además, su cuarto título olímpico consecutivo.

El cuarteto de Australia integrado por Mollie O’Callaghan, Shayna Jack, Emma McKeon y Meg Harris rebajó en 77 centésimas la anterior plusmarca olímpica que poseía el propio conjunto oceánico desde los pasados Juegos de Tokio con un crono de 3:29.69.

Un sensacional registro que permitió a Australia superar por 1.28 segundos a Estados Unidos, que logró la medalla de plata con una marca de 3:30.20 minutos, nuevo récord de América.

Completó el podio el equipo chino que logró el bronce con una marca de 3:30.30, nueva plusmarca asiática.

Emma McKeon, además, igualó a las estadounidenses Jenny Thompson y Dara Torres como la nadadora con más medallas en la historia de los Juegos Olímpicos con un total de 12 cada una.

TRICAMPEONES

El equipo masculino de Estados Unidos de relevos 4×100 libre sumó su tercer título de consecutivo de campeones olímpicos, tras imponerse este sábado en la final de los Juegos Olímpicos de París 2024 con un tiempo de 3:09.28 minutos.

El cuarteto integrado de Estados Unidos por Jack Alexy, Chris Guiliano, Hunter Armstrong y Caeleb Dressel no dio opción a ninguno de sus rivales como dejó claro el más de un segundo en el que equipo norteamericano aventajó a su más inmediato perseguidor, su rival en la natación Australia, que se colgó la medalla de plata con una marca de 3:10.35

Treinta y cinco centésimas menos que Italia, que bajó un escalón en el podio con relación a los pasados Juegos Olímpicos de Tokio y tuvo que conformarse con el bronce con un registro de 3:10.70 minutos.

Un triunfo incomprensible sin las sensacionales postas que firmaron Chris Guiliani, la nueva estrella de la velocidad estadounidense y Hunter Armstrong, que permitieron a Caeleb Dressel afrontar los últimos cien metros con una ventaja de casi dos segundos.

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Renta que Dressel supo manejar con oficio y asegurar el triunfo de un equipo estadounidense que desde el año 2008 sólo se ha dejado arrebatar el oro olímpico en una ocasión, en los Juegos de Londres 2012 donde cayó derrotado por el equipo francés.

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