Ana Gabriela Guevara se dice enfocada al 100 por ciento en los Juegos Olímpicos de París 2024 que marcarán el fin de su gestión en la Comisión Nacional del Deporte; sin embargo, cuando es cuestionada por la posibilidad de seguir en el cargo durante el próximo sexenio, no cierra la puerta.
“No nos hemos adelantado a los tiempos, por ahora no hay nada en la mesa, la energía y el enfoque está en los Juegos Olímpicos de París.
“Estoy lista para lo que sea… Yo creo que la continuidad ayudaría mucho, ha sido un gran trabajo y pues los propios federativos así lo refieren, hay cosas que valdría la pena darle continuidad.
“El nombramiento del gabinete (de Claudia Sheinbaum) todavía sigue, pero no hay nada alrededor, he sido respetuosa de los tiempos, no sé si suceda, si sucede estaré lista”, señaló la sonorense.
CANDIDATOS
Un par de nombres suenan como posibilidad de asumir la dirección de la Conade en caso de que no se extienda el mandato de Guevara. El exclavadista Rommel Pacheco, quien contendió por la alcaldía de Mérida por la coalición encabezada por Morena y perdió; sin embargo, es cercano a Sheinbaum y en algún momento hizo público su interés por ocupar el cargo.
El otro ‘candidato’ es el exportero del América Moisés Muñoz, quien en marzo pasado anunció que se incorporaba a la campaña de la entonces candidata presidencial Claudia Sheinbaum.
El exfutbolista dijo que sería vocero de temas deportivos de cara al próximo sexenio en caso de que la exjefa de Gobierno ganara las elecciones; sin embargo, también aceptó que le gustaría dirigir la Comisión Nacional del Deporte.
Otros nombres que han sonado aunque en menor medida que los mencionados previamente, son el de Óscar del Cueto, Javier Hidalgo, Bernardo Segura, María José Alcalá y Miguel Torruco Garza.
QUEJAS Y DENUNCIAS
El foco en el trabajo de Ana Guevara en la Conade ha estado permanentemente fuera de los escenarios deportivos, debido a que pesan sobre su administración acusaciones por corrupción, y acarrea denuncias y observaciones por malos manejos y posibles desvíos de recursos por 626 millones de pesos, según datos oficiales hasta mayo de 2024 de la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
La creación de una pista (ecuestre) fantasma que costó 15 millones de pesos (fraude al SAT), pagos a entrenadores y materiales “inexistentes”, sobrecostos en contratos e irregularidades en contrataciones, la no comprobación o justificación de distintos servicios, sus constantes viajes a Sonora y al extranjero con cargo a la Conade, una denuncia por tentativa de homicidio de unos empresarios veracruzanos, adjudicaciones directas y señalamientos por mala administración, son, entre otros, el sello de su gestión.
Además, la excorredora tiene una colección de reproches y señalamientos públicos por no cumplir con sus compromisos con los deportistas.
Le quitó becas y apoyos a múltiples atletas, los de disciplinas acuáticas, por ejemplo; se ha peleado públicamente con ellos, los ha insultado (llamó “mentirosas y deudoras” a las seleccionadas de natación artística y las mandó a vender “Avon, Tupperware y calzones”) e incluso ha llegado a las instancias legales con tal de no regresarles los recursos.
Durante más de un año ha encabezado encuestas como la funcionaria del gobierno de Andrés Manuel López Obrador con mayor percepción de corrupción, además de que quiso quitarles incentivos a los deportistas para destinarlos a los damnificados del huracán ‘Otis’ en Guerrero, y recientemente intentó dejar fuera del presupuesto de la Conade a algunos atletas que asistirán a los Juegos Olímpicos.
