Alcaraz celebra tras vencer a Medvedev. (Foto: EFE).
El campeón defensor Carlos Alcaraz venció el viernes al ruso Daniil Medvedev 6-7 (1), 6-3, 6-4, 6-4 para regresar a la Final de Wimbledon en busca de su cuarto título de Grand Slam a los 21 años.
Después de un primer set regular, Alcaraz volvió a transformarse en la fuerza enérgica, ofensiva y que complace al público que ya fue el primer adolescente en ser número 1 en el ranking ATP y es el hombre más joven en haber ganado un trofeo importante en tres superficies: hierba, tierra batida y canchas duras.
Ahora Alcaraz está a una victoria de unirse a Boris Becker y Bjorn Borg como los únicos hombres en la era Open, que comenzó en 1968, con múltiples campeonatos en el All England Club antes de cumplir 22 años.
Alcaraz también triunfó en el Abierto de Estados Unidos en 2022 y en el Abierto de Francia el mes pasado.
Tiene marca de 3-0 en finales importantes hasta el momento y se enfrentará al 24 veces campeón de grandes torneos Novak Djokovic o a Lorenzo Mussetti el domingo.
Hace un año en Wimbledon, Alcaraz eliminó al campeón del Abierto de Estados Unidos de 2021, Medvedev, en sets corridos en las semifinales antes de derrotar a Djokovic en cinco sets en la Final.
Esta vez, en una tarde nublada en la cancha central, Alcaraz, cabeza de serie número 3, pasó por algunos altibajos contra Medvedev, número 5, un ruso de 28 años que intentaba llegar al séptimo partido por el título de Slam de su carrera.
Medvedev tomó una temprana ventaja de 5-2, luego tuvo problemas con su juego y su temperamento.
Alcaraz rompió para ponerse 5-4 con un drop shot que la jueza de silla Eva Asderaki dictaminó (correctamente, según las repeticiones televisivas) que rebotó dos veces antes de que Medvedev pusiera su raqueta en la pelota. Pareció maldecir después, y Asderaki, después de bajarse de su asiento para reunirse con la árbitro del torneo Denise Parnell durante el siguiente cambio, emitió una advertencia a Medvedev por conducta antideportiva.
Se reagrupó rápidamente y estuvo casi perfecto en el desempate de ese set. Sus propias habilidades defensivas (si Alcaraz se basa en pura velocidad y reflejos, Medvedev se basa en instintos y extremidades largas en su estructura de 6 pies 6 pulgadas (1.98 metros)) combinadas con un buen servicio y una devolución ganadora para tomar la decisión relativamente. fácilmente.
Luego fue el turno de Alcaraz de tomar el rumbo correcto, lo que no tardó mucho.
Tres errores de derecha de Medvedev se tradujeron en un break para Alcaraz y una ventaja de 2-1 en el tercer set, logrado con un revés ganador que coronó un punto de 27 golpes que fue el más largo del partido. Los fanáticos rugieron y se pusieron de pie; Alcaraz se llevó el dedo índice a la oreja y el ruido sólo se hizo más fuerte.
Alcaraz consiguió el último descanso que necesitaría para una ventaja de 4-3 en el cuarto cuando Medvedev lanzó un revés largo, luego se sentó en su silla lateral, miró a sus dos entrenadores en las gradas y comenzó a murmurar y gesticular.
Eso es lo que Alcaraz puede hacerle a un oponente.
Casi cada vez que Alcaraz emitía uno de sus “¡Uh-eh!” con gruñidos de dos sílabas mientras lanzaba un fuerte golpe de derecha, los espectadores jadearon audiblemente, independientemente de si el punto continuaba. Muchas veces no fue así: de los 28 golpes de derecha ganadores del partido, 24 fueron producidos por la raqueta de Alcaraz.
No hace falta decir que ésta no es la única habilidad del niño. Estuvo fantástico en la red, ya sea con servicio y volea o no, ganando 38 de los 53 puntos cuando avanzó. Ganó tres puntos mediante dejadas solo en el primer set.
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Con este triunfo, Alcaraz iguala las cuatro finales de Grand Slam que disputó el gran Manolo Santana y ya solo tiene por delante al monstruoso Rafael Nadal, que ha disputado treinta.
El domingo, ante Novak Djokovic o Lorenzo Musetti, podría convertirse en el primer español en revalidar título en el Wimbledon y en el tercer tenista en este siglo en conseguirlo, tras el propio Djokovic y Roger Federer.
Con información de AP y EFE
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