Por Isabella González
A Marcelo Ebrard Casaubón se le conoce como “El Bombero de la 4T”. Durante casi todo el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador se desempeñó como secretario de Relaciones Exteriores, pero tuvo funciones más allá de las que le corresponden a un canciller.
Desde comprar vacunas contra la Covid-19 hasta ocuparse de la migración al interior del país, pasando por detener los amagos de imponer aranceles a México del entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, Ebrard cumplió con los encargos de López Obrador con el fin de obtener la candidatura presidencial de Morena para las elecciones de este año.
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No lo consiguió. El 6 de septiembre del año pasado, la ahora virtual presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, ganó la encuesta interna de Morena.
Aunque el político de 64 años impugnó el proceso y denunció irregularidades, terminó por limar asperezas con Sheinbaum a principios de este año y se integró a la campaña de Clara Brugada, quien contendió victoriosamente por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.
La ruptura entre Ebrard y Sheinbaum comenzó antes del proceso interno de Morena para elegir a su candidato presidencial. El 3 de mayo de 2021 colapsó una parte del tramo elevado de la Línea 12 del Metro y los siguientes meses el gobierno de la Ciudad de México, entonces encabezado por Sheinbaum, enfatizó las fallas estructurales de la obra, construida durante la administración de Ebrard en la capital del país.
El excanciller llegó a la jefatura del Distrito Federal en 2006 como sucesor de López Obrador y de quien había sido su secretario de Seguridad Pública y también de Desarrollo Social.
Antes de pertenecer al Partido de la Revolución Democrática (PRD), y así llegar al equipo de López Obrador, Ebrard fundó el Partido de Centro Democrático con su mentor, Manuel Camacho Solís.
El priista fue su maestro en el Colegio de México, dándole sus primeras oportunidades de trabajo en la política cuando Carlos Salinas de Gortari era presidente de México.
Y aunque públicamente Ebrard es conocido como “El Bombero de la 4T”, el presidente López Obrador le tiene un mote completamente distinto: “Fénix”, el ave mitológica que renace de sus cenizas cada cierto tiempo.
