Leyendas de los Juegos Olímpicos: Carl Lewis, el ‘hijo del viento’ que arrasó en el atletismo

Carl Lewis
Lewis, en la Final de salto de longitud de Barcelona 1992 (Foto: EFE).
El estadounidense logró 10 medallas olímpicas (nueve de oro) y se convirtió en tetracampeón en salto de longitud.

Por Gerardo Martínez

Frederick Carlton Lewis, mejor conocido como Carl Lewis, arrasó en el atletismo hasta convertirse en una leyenda de los Juegos Olímpicos.

Si bien ya tenía el deporte en la sangre, pues su padre William Arthur Lewis fue un jugador de polo americano y su madre Evelyn, una vallista (carreras con obstáculos), Carl Lewis llegó a la cima en las fosas de arena (salto de longitud) y las pistas de tartán (velocista).

Hablar del estadounidense es hablar del quinto máximo ganador de medallas en la historia de los Juegos Olímpicos, con un total de 10 (nueve de oro y una de plata), situándose tan sólo por detrás de Michael Phelps, Larisa Latynina, Paavo Nurmi y Mark Spitz, en ese orden; estos cuatro últimos también conquistaron nueve preseas doradas.

INICIOS

En 1980, con 19 años y medio a cuestas, Carl fue seleccionado para el equipo olímpico estadounidense de atletismo, pero el boicot de su país a los Juegos Olímpicos de Moscú 1980 demoró su esperado debut.

CUATRO OROS EN SU DEBUT OLÍMPICO

Con 23 años recién cumplidos, Lewis prometió ganar cuatro insignias doradas previo a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 1984. ¡Y lo cumpió! Lo hizo en los 100 y 200 metros planos, así como en el salto de longitud y en los relevos 4×100.

El Memorial Coliseum disfrutó de un espigado juvenil de 1.88 metros de estatura que generó admiración por su forma de correr, que encumbraba su carrera y que más tarde aumentaría su legado en las pistas.

El velocista y saltador americano pasó a la historia de unos Juegos Olímpicos por igualar la hazaña de Jesse Owens (Berlín 1936) colgándose cuatro metales áureos en unos mismo evento ecuménico. 

TRES PRESEAS EN SEÚL

En 1988, Lewis ‘redujo’ su cosecha olímpica a tres metales: volvió a coronarse en los 100 metros y en el salto de longitud, mientras que en 200 metros tuvo baño de plata.

NACE ‘EL HIJO EL VIENTO’ Y EL VEGETARIANO

El joven atleta fue bautizado como el ‘Hijo del Viento’ en 1991 tras ser el primer hombre en bajar la marca de los 9.90 segundos a 9.86. Un año antes, Frederick Carlton se volvió vegetariano, lo cual derivó en el mejor desempeño deportivo de su vida, según cuenta en su libro “Very Vegetarian” (muy vegetariano).

BARCELONA 92′ Y UN PAR MÁS DE OROS

En su tercera participación olímpica, el oriundo de Birmingham, Alabama, se convirtió en tricampeón de salto de longitud, al tiempo que recuperó el oro en los relevos 4×100.

ATLANTA 1996, TETRACAMPEÓN EN SALTO DE LONGITUD

Su arranque olímpico fue como ‘anfitrión’ (Los Ángeles 1984), algo que repetiría 12 años más tarde en Atlanta 1996. Ahí, a los 35 años, Lewis puso fin a una trayectoria de ensueño con su último metal dorado y un histórico tetracampeonato en el salto de longitud, pese a que en esa edición acudió como el tercer saltador de su país.

MEJOR ATLETA MASCULINO DEL SIGLO XX

La Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAFreconoció a Carl Lewis como el mejor atleta masculino del siglo XX. Además de sus ya citadas 10 medallas olímpicas, su palmarés también incluye una decena en Campeonatos del Mundo (ocho de oro, una de plata y una de bronce).

Lewis despuntó con su poderío físico y velocidad hasta llegar a ser un referente deportivo y olímpico con la ‘fórmula de la tranquilidad’.

“Es una contradicción: el sprint es aceleración pura y también relajación absoluta, pero cuando mejor corría era cuando estaba más relajado. Era cuando resultaba más fácil”, narró hace unos años el otrora atleta, quien desde el 2009 es embajador de buena voluntad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Te puede interesar…

Leyendas de Juegos Olímpicos: Nadia Comaneci, la gimnasta que logró la perfección

Comparte esta nota