REUTERS.- El Atlético de Madrid recibió la orden de la Real Federación Española de Futbol (RFEF) de cerrar parcialmente su grada sur durante dos partidos después de que el jugador del Athletic de Bilbao, Nico Williams, sufrió insultos racistas en el partido de LaLiga del pasado sábado.
El árbitro Juan Martínez Munuera detuvo el partido en el minuto 36 como parte del protocolo de LaLiga contra el racismo después de escuchar insultos racistas dirigidos al internacional español de 21 años, nacido en Pamplona de padres ghaneses.
El Atlético, que no respondió inmediatamente a la resolución, también ha sido multado con 20 mil euros (21 mil 360 dólares). El club tienen 10 días para apelar.
La RFEF dijo en un comunicado el martes que la zona cerrada en las gradas debe mostrar un mensaje visible condenando los actos violentos, racistas, xenófobos e intolerantes en el futbol y apoyando el juego limpio.
Pocos minutos después de ser agredido, Williams marcó y corrió delante de la tribuna sur dándose golpecitos en el brazo en referencia a su color de piel.
El incidente fue el más reciente de una serie de episodios que han avivado el debate en torno al racismo en el balompié ibérico. En las dos últimas temporadas, LaLiga ha denunciado ante la fiscalía española 16 incidentes de insultos racistas contra el extremo brasileño del Real Madrid, Vinícius Jr.
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