Foto: Senado de la República
Las Comisiones Unidas de Justicia y Estudios Legislativos del Senado aprobó por mayoría este martes el dictamen enviado por la Cámara de Diputados con el que se busca prohibir las terapias de conversión ejercidas contra personas de la comunidad LGBT+.
El dictamen señala que se prevé una sanción de dos a seis años de cárcel y una multa que va de mil a 2 mil UMAs (Unidad de Medida y Actualización) a quien “realice imparta, aplique, obligue o financie cualquier tipo de tratamiento terapia, servicio o práctica que obstaculice, restringa, impida, menoscabe, anule o suprima la orientación sexual, identidad o expresión de género de una persona”.
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En el caso de que quien inflija estas prácticas sea personal de la salud, la condena va de uno a tres años, y en caso de reincidencia se impondrá la prohibición definitiva del ejercicio profesional, debiendo cancelarse el registro de la cédula profesional.
Durante el análisis de este proyecto, que fue presentado desde hace casi seis años, la senadora Patricia Mercado dijo que este tipo de terapias puede ser equivalentes a una tortura porque en el tema de la orientación sexual de las personas no hay nada que curar.
El senador Rafael Espino de la Peña precisó que la redacción del proyecto contiene deficiencias legales que pudieran llegar a criminalizar a más personas. “Estamos de acuerdo con los principios del dictamen y creo que tiene un propósito muy loable, pero sí creo que es muy importante afinar los tipos legales”, dijo.
Al respecto, la senadora morenista Citlalli Hernández aclaró que este proyecto fue analizado por mesas y foros públicos, y dijo que se quiere evitar que existan estas opciones bajo la creencia que se puede cambiar la orientación sexual, además, no se busca meter a especialistas o a pastores a la cárcel.
“Lo que nosotros no queremos es que frente a la reacción de una familia, pues lo que se encuentren sean estás mal llamadas terapias, que no son terapias, son una especie de productos chatarra que parten de la lógica de que una persona con una orientación distinta está enferma”, precisó.
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Los senadores integrantes de la comisión como Olga Sánchez Cordero, Luis Ortiz, Laura Ballesteros también expresaron su apoyo al dictamen.
En redes sociales, colectivos de la comunidad LGBT+ aplaudieron el avance en el Senado, como el caso del Movimiento Arcoíris en México: “celebramos el avance de la minuta que prohibiría en todo México las mal llamadas’terapias de conversión”.
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