EFE.- El gobierno de Ecuador objetó varios procedimientos en la convocatoria y organización de la última cumbre presidencial de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que condenó el asalto de la policía ecuatoriana en la embajada de México en Quito para detener a Jorge Glas, exvicepresidente de Rafael Correa, al que el gobierno mexicano había concedido asilo horas antes.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador, en una nota oficial difundida este miércoles, reiteró las “objeciones de procedimiento a la convocatoria de la referida reunión” y adujo que “no se observaron los procedimientos y mecanismos establecidos”, lo que aparentemente habría afectado la participación de varios miembros del grupo latinoamericano.
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Ecuador, que ha sido criticado por violar la Convención de Viena, recordó que su canciller, Gabriela Sommerfeld, en representación del presidente Daniel Noboa, sí participó en esa reunión que tuvo lugar el martes de manera virtual con Honduras como anfitrión, con el propósito de “informar apropiadamente sobre la posición” del gobierno de Quito.
Además, la cancillería ecuatoriana aseguró que la representación de Honduras hizo circular una propuesta de agenda que no fue sometida a la aprobación de los participantes.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Ecuador lamentó que la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, haya leído al inicio de la cita una versión del proyecto de comunicado especial distinto al que circuló entre las delegaciones.
La cancillería ecuatoriana solicitó a la Celac que entregue “esta comunicación a los miembros” de la comunidad, cuya presidencia actual la tiene Honduras.
En la cumbre de la Celac participaron presidentes y delegados de Bolivia, Brasil, Colombia, Cuba, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Venezuela y San Vicente y las Granadinas.
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En esa cita, los mandatarios debatieron sobre la irrupción de la policía ecuatoriana en la Embajada de México en Quito del pasado 5 de abril.
Gobiernos como los de Argentina, Costa Rica, Paraguay, Perú y Uruguay habían expresado días antes de la cita su desacuerdo con la iniciativa al considerar que “no se alcanzó consenso, requisito básico para adoptar decisiones en todas las instancias de la Celac, como lo indican los procedimientos de la comunidad”.
La cumbre, no obstante, generó un respaldo generalizado a México, cuyo presidente, Andrés Manuel López Obrador, pidió apoyar su denuncia contra Ecuador en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) tras el asalto a la embajada.
El hecho violento registrado en la delegación diplomática mexicana en la capital ecuatoriana “es inaceptable”, dijo en ese encuentro el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, mientras que su homólogo de Venezuela, Nicolás Maduro, lo calificó como “un acto de barbarie”.
