Por Arturo Cerda Díaz
Claudia Sheinbaum, candidata presidencial morenista, afirmó que está satisfecha con su desempeño en el primer debate frente a Xóchitl Gálvez, de Fuerza y Corazón por México, y Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano.
En un mitin en el municipio de Lerma, en el Estado de México, dijo que pudo defender las políticas del presidente Andrés Manuel López Obrador.
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“Estoy contenta no sólo porque salimos triunfantes del debate, sino porque defendimos con el corazón, con el pensamiento, con el alma, la Cuarta Transformación de la vida pública, que es el proyecto del pueblo de México”, declaró.
Resaltó que la política económica de la actual política de “por el bien de todos, primero los pobres” explica los indicadores económicos, como la revalorización de la moneda nacional.
“Cuando se apoya al que menos tiene, la economía florece. Miren lo que es la economía de México hoy, decían que el peso iba a estar a 30 pesos por dólar. Fíjense nada más, hoy estuvo a 16.33 pesos por dólar. Fuertísimo nuestro peso, nuestra moneda. Y además hay inversión extranjera directa y crecimiento económico”, añadió.
La candidata de Morena, Partido del Trabajo y Partido Verde Ecologista de México, ofreció duplicar el número de viviendas que se había comprometido a que fueran construidas por el Infonavit y el Fovissste en su eventual gobierno.
Insistió en eso es posible sólo si los partidos que la apoyan obtienen la mayoría calificada en el Congreso federal para modificar la Constitución.
“Yo decía 500 mil, pero me estoy comprometiendo a hacer un millón de viviendas en el próximo sexenio”, aseguró.
La llegada de Claudia Sheinbaum al evento presentó algunos atropellos. Por momentos, el personal que la protege tuvo dificultades para que la candidata caminara del coche a la valla metálica con la que hicieron un pasillo para acercarse al templete.
Al término del acto proselitista, Mario Delgado, líder nacional de Morena, quien acompañó a su abanderada, recibió algunos reclamos respecto de la selección de candidatos en el Estado de México provenientes de otros partidos.
Una mujer y un hombre le gritaban “no a los chapulines, Mario”.
A pesar de que las personas estuvieron frente a él por algunos instantes exclamando sus demandas detrás de las vallas, Delgado ni siquiera los miró.
