Diplomáticos que han representado a México en el exterior piden hacer una autocrítica ante el conflicto entre México y Ecuador, luego de las controvertidas declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador en los últimos días y el allanamiento de la embajada en Quito para detener al exvicepresidente Jorge Glas.
A través de redes sociales, la embajadora eminente Martha Bárcena, quien cumplió misión en Estados Unidos, señaló que el país vive una debacle en la política exterior, en particular con América Latina, por lo que pidió “dejar a un lado la ideologización y volver a los principios de política exterior, a la experiencia diplomática”.
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Durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, tres embajadores de México en Latinoamérica han sido expulsados por la injerencia del presidente en asuntos internos. Se trata de Bolivia, Perú y Ecuador.
De acuerdo con Arturo Sarukhán, embajador que también representó a México en Estados Unidos, consideró que estas expulsiones se dan como “resultado directo del vandalismo diplomático del presidente en la región, que según esto es la que más le importa”.
Desde redes sociales, agregó, por otra parte, que es “muy grave lo que ha hecho el gobierno ecuatoriano” al violar el derecho internacional y las normas políticas al irrumpir en la embajada mexicana en Quito para detener al exvicepresidente Jorge Glas.
Por su parte, Agustín Gutiérrez Canet, quien representó a México en diversas sedes diplomáticas, dijo en redes sociales que el gobierno federal se metió en una “ratonera”, pues, por un lado, conceder el asilo implicaba proteger a un funcionario corrupto y rechazarlo significaba entregarlo a las autoridades.
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Glas fue condenado en 2017 a ocho años por corrupción y cohecho al estar implicado en el caso Odebrecht y en el caso Sobornos, pero salió con una medida cautelar provisional en 2022 al cumplir cinco años y dos meses. En diciembre de 2023, la justicia revocó la medida cautelar y debía regresar a la prisión para terminar de cumplir su condena.
En enero de este año, Glas fue procesado por peculado por el caso conocido como Reconstrucción de Manabí, pero para evitar volver a prisión, se refugió en la embajada mexicana de Quito desde diciembre, donde permaneció hasta la noche de este viernes.
