Foto: AP
EFE.- El presidente de Colombia, Gustavo Petro, aseguró este domingo que el ataque del Estado Mayor Central (EMC), la mayor disidencia de las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC), contra una comunidad indígena del suroeste del país supone una violación al cese el fuego bilateral entre el gobierno y ese grupo.
“Una vez la minga salió de puerto resistencia en Cali del diálogo conmigo y desde donde se lanzaron las propuestas de comités municipales de fuerzas populares para desatar el proceso constituyente, fue atacada a fuego en Toribío, Cauca, por el Estado Mayor Central. Con este hecho, el EMC del Cauca viola el acuerdo de cese al fuego”, expresó Petro en la red social X (antes Twitter).
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El ataque fue perpetrado el sábado por la columna Dagoberto Ramos del EMC en la vereda La Bodega del municipio de Toribio, en el departamento del Cauca, y resultaron heridas tres personas.
La Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (ACIN) detalló que los lesionados son Carmelina Yule Paví, de 52 años, quien tiene heridas de gravedad en su rostro por disparos de fusil; Rodrigo Musicué, de 34, que recibió un disparo en un hombro, y Edgar Tumiñá, que fue rozado por una bala.
Agregó que todo ocurrió porque la comunidad empezó a buscar a un estudiante que fue secuestrado por miembros de la columna Dagoberto Ramos.
“Se establecieron puntos de control territorial y sobre la entrada de la vereda La Bodega interceptaron una camioneta” en la que iban varios miembros del EMC, detalló la información.
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Entre los pasajeros estaba alias “Zapata”, uno de los líderes de la Dagoberto Ramos y quien fue retenido por la comunidad.
“Mientras la comisión se trasladaba hacia el parque de Toribío, llegó a la vereda La Bodega el comandante conocido como ‘Amazonas’ junto con varios hombres armados que se transportaban en una camioneta, pasaron por encima del punto de control y atacaron directamente y con sevicia a la comunidad reunida”, detalló la ACIN.
Los indígenas de esta comunidad, justamente, habían participado en Cali en una asamblea de la movilización indígena “Minga por transformaciones para la vida, el territorio, la democracia y la paz” en Puerto Resistencia, epicentro de las protestas sociales de 2021.
A ella, justamente, había asistido el presidente Petro y la vicepresidenta y ministra de la Igualdad, Francia Márquez.
El domingo pasado, el gobierno y el EMC cerraron el cuarto ciclo de negociaciones con varios acuerdos para realizar “transformaciones territoriales” en zonas donde este grupo armado tiene influencia.
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La relación entre ambas partes ha estado marcada por algunos encontronazos, que se sucedieron durante el 2023, como la suspensión del primer cese el fuego —establecido entre enero y junio del año pasado— por el asesinato de cuatro indígenas menores reclutados por parte de la guerrilla.
Sin embargo, ambas partes han permanecido sentadas negociando y el pasado enero, el gobierno y el EMC anunciaron una prórroga de seis meses del cese el fuego bilateral que comenzó en octubre de 2023.
El EMC está liderado por Néstor Gregorio Vera Fernández, alias “Iván Mordisco”, quien no firmó el acuerdo de paz de 2016 entre el gobierno y las FARC.
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