Por Diana Higareda
En punto de las 12:00 del mediodía, madres de víctimas de feminicidio, familiares de desaparecidas, defensoras de derechos humanos y víctimas de violencia sexual, se dieron cita en el micrófono abierto que se habilitó en la Glorieta de las Mujeres que Luchan, con la finalidad de alzar la voz y relatar su camino en la búsqueda de justicia.
Entre las consignas que compartieron estuvo la exigencia de justicia para casos de feminicidio y homicidio, el cese a la violencia sexual y económica, así como que el estado garantice el derecho a la salud de pacientes con cáncer, quienes denunciaron falta de medicamentos.
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El micrófono permaneció abierto desde el mediodía y hasta después de las 4:00 de la tarde, a la par que contingentes de mujeres provenientes de la estela de luz se movilizaban constantes sobre Paseo de la Reforma con dirección al Zócalo.
Entre cantos, consignas, abrazos y una marea de paliacates, flores y prendas moradas, las mujeres avanzaron de forma ordenada.
En la zona también se colocó un tendedero de denuncias en el que el principal reclamo fue la deuda histórica que tiene el Estado con las mujeres y la violencia institucional.
Mientras que las víctimas que participaron enviando su testimonio a través de un formulario de Google resaltaron la falta de sensibilidad y apoyo por parte de las autoridades, el poco avance de las investigaciones, el miedo de denunciar por la revictimización y lo cansado que es el proceso de intentar obtener justicia.
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“No he querido denunciar por miedo, él es peligroso”; “ha sido un reto lidiar con las autoridades porque son muy insensibles”, son algunos de los mensajes que podían leerse en las pañoletas moradas y naranjas colgadas alrededor de la glorieta.
Mientras que las madres y familiares de desaparecidos intervinieron las vallas colocadas al rededor de la glorieta con imágenes de las víctimas, pidiendo que no se olvide su lucha.
A unos pasos de las movilizaciones, sobre la calle de Versalles, mujeres policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana permanecieron a la espera de cualquier indicación o eventualidad.
