Dani Alves despertó la preocupación de la cárcel de Brians 2 de Barcelona donde se encuentra recluido. Luego de que se llevara a cabo el juicio al que ha sido sometido por una presunta violación cometida contra una joven de 23 años, el jugador se vio afectado debido a que el desahogo de pruebas no le fue favorable y las autoridades penitenciarias aplicaron el protocolo antisuicidio.
“A raíz del juicio, le ha pegado el bajón. Está como deprimido, cabizbajo. Los educadores y funcionarios le están arropando por miedo a que se cortara o que intentara hacer alguna locura o historias de esas. Estuvo el día después del juicio con ese protocolo”, indicó el compañero de celda de Alves, de nombre Coutinho, en declaraciones para el programa ‘Fiesta’ de Telecinco de España.
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El protocolo al que se debieron someter las autoridades de la prisión incluye la evaluación de riesgos de suicidio, después vigilancia constante sin que existan a su alcance objetos peligrosos y, por último, se le ofrecen grupos de apoyo con acceso a terapia individual o actividades de ocio. Lo cierto es que el veredicto del juicio está a escasos días de conocerse.
