Por Gerardo Martínez
Los deportes acuáticos en México y, particularmente los clavados, viven las dos caras de la moneda: entre la élite mundial y el desprecio de Ana Guevara y la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), la cual dirige la exvelocista sonorense.
Los deportistas se han ‘aventado’ más de un año sin el apoyo del organismo que, en teoría, debería darles todo el respaldo, entiéndase una beca… que les corresponde. Además, debe pagarles viajes a competencias y campamentos, con los gastos que esto conlleva (viáticos, hospedaje, comidas, etcétera).
Desde enero de 2023, los clavadistas no reciben un peso de la Conade y su titular, pese a que ellos han hablado en el agua y han obtenido resultados con creces.
En el reciente Mundial de Natación 2024, en Doha, Qatar, los saltadores ornamentales consiguieron cuatro medallas: plata en equipo mixto, gracias a Gaby Agúndez, Randal Willars, Aranza Vázquez y Jahir Ocampo, mientras que Kevín Berlín y Alejandra Estudillo lograron bronce en 10 metros de sincronizados mixto.
Mención aparte merece Osmar Olvera, quien a sus 19 años se convirtió en el primer tetramedallista mundial azteca de la historia en pruebas individuales de clavados. En Doha, el capitalino se hizo del metal de estaño en trampolín de tres metros y oro en trampolín de un metro, erigiéndose como Campeón del Mundo, un logro del que quiso colgarse Guevara Espinosa y la Conade con una felicitación.
“Gracias, nada más me falta la beca desde hace un año y estamos completos”, reviró Olvera Ibarra.
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En Qatar, México se hizo de 10 de las 12 plazas olímpicas en clavados a París 2024, además de que también llegaron dos metales de bronce en natación artística, por cortesía de Miranda Barrera y Diego Villalobos (dúo mixto técnico), así como de Trinidad Meza y Diego Villalobos (dúo mixto libre).
Pero esta buena actuación de la delegación tricolor no fue ‘ocasional’ en una justa mundialista, pues ya se había visto seis meses antes y con un alcance histórico en Fukuoka 2023 (Japón), donde cosecharon siete medallas: seis en clavados y una en dueto libre de nado sincronizado. En dicha competencia, los mexicanos llevaban unos meses con el apoyo económico nulo de la Conade, derivado de un conflicto legal entre World Aquatics y la Federación Mexicana de Natación.
El equipo de natación artística emprendió la venta de trajes de baño para financiar sus competencias internacionales y recibió el apoyo de Carlos Slim y Arturo Elías Ayub; Diego Balleza decidió abrir una cuenta de Only Fans para obtener recursos, mientras que Jahir Ocampo rifó su automóvil para ‘sostener’ los gastos propios de un deportista de alto rendimiento.
Han pasado más de 13 meses desde que los clavadistas y sus ‘socios del agua’ no perciben ingresos de Guevara y la Conade, que mantienen su postura de no darles lo que les corresponde (beca económica), más allá de que ella “tiene esperanzas” en que triunfen y logren medallas para México en París 2024.
Mientras los clavadistas aztecas se preparan y compiten de tú a tú en la élite mundial, deben añadir a su camino las ‘acrobacias’ de conseguir dinero, ya que el ente gubernamental del deporte nacional les sigue dando la espalda; es decir, suben al podio, ganan medallas, sus éxitos resuenan en el mundo, a la par que representan ‘gratis’ a su país.
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