Por Fernando Miranda / Corresponsal
Oaxaca.– Tras 15 días de recorrer a pie el territorio oaxaqueño y padecer cansancio, enfermedades y rechazo en algunos municipios que les negaron la ayuda humanitaria, los aproximadamente mil 400 extranjeros que aún conforman la caravana migrante denominada “Éxodo de la Pobreza” aceptaron la propuesta del Instituto Nacional de Migración (INM) para ser trasladados en autobuses de Jalapa del Marqués a Tierra Blanca, Veracruz.
Aunque ayer los migrantes rechazaron un primer ofrecimiento y continuaron su camino con dirección hacia la ciudad de Oaxaca, las autoridades estatales explicaron que esta ruta es más complicada al ser más larga, tener una orografía compleja y no contar con comunidades cercanas que pudieran ofrecer refugio y un lugar de descanso a la caravana, que integran varias familias.
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Ante ello, este martes el contingente de la caravana optó por dispersarse y mientras el grueso abordó los camiones con dirección a Tierra Blanca, desde donde las autoridades migratorias les prometieron que podrían seguir con su camino hacia Estados Unidos, hubo familias que optaron por entregarse al DIF y ser enviadas a sus oficinas en Veracruz y Tabasco, donde podrían comenzar los trámites para que se les entreguen visas humanitarias.
Tras esta decisión, antes de medio día, 10 autobuses de la empresa Transportes Istmeños, de la ciudad de Juchitán, arribaron a la Unidad Deportiva de Jalapa del Marqués, para ser abordados por los migrantes bajo la vigilancia de elementos de la Guardia Nacional. Según estimaciones de Luis Rey García Villagrán, quien acompañaba a los migrantes y es coordinador del Centro por la Dignificación Humana, se necesitarían al menos unos 50 autobuses o cinco viajes de las 10 unidades para poder transportar a la totalidad de la caravana. El viaje se estima en unas siete horas.
Precisamente este día, Jesús Romero López, secretario de gobierno de Oaxaca, reiteró que las autoridades oaxaqueñas estaban impedidas para proporcionar transporte a la caravana, una de las solicitudes que los miles de extranjeros realizaron prácticamente desde su ingreso a territorio estatal el pasado 8 de enero; según los transportistas, fue el gobierno federal el que finalmente contrató el servicio para los extranjeros.
Mientras tanto, a dos semanas de que la caravana ingresó a Oaxaca, este martes la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) llamó a elementos de la Guardia Nacional para que realicen “acciones de seguridad y vialidad que puedan prevenir accidentes, así como velar por la seguridad de las personas migrantes durante su tránsito en la región del Istmo”.
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También dijo que como órgano autónomo “vigilará que los derechos humanos de las personas en movilidad sean respetados y cuenten con la asistencia social necesaria por parte de las instancias”.
