Por Amado Azueta
En la Ciudad de México, la precampaña presidencial en 2024 de Claudia Sheinbaum, abanderada de Morena, Partido del Trabajo (PT) y Partido Verde Ecologista de México (PVEM), arrancó en la alcaldía Xochimilco ante un público poco participativo que esperó por más de tres horas que comenzara el evento.
El bastión morenista, dirigido por José Carlos Acosta Ruiz, no arropó con calidez y ánimo a la precandidata Sheinbaum y a la dirigencia nacional de Morena, como ya ha ocurrido en otros momentos.
La señal de que el mitin en la explanada de la alcaldía no sería un día de campo fue cuando el maestro de ceremonias presentó a cada uno de los políticos participantes, y sólo unos cuantos fueron reconocidos por las personas que fueron acarreadas.
Sólo recibieron aplausos de unas 200 personas, de entre tres mil presentes, el presidente nacional de Morena, Mario Delgado; la secretaria general, Citlalli Hernández; y el coordinador de enlaces con organizaciones sociales, Gerardo Fernández Noroña.
En tanto, la precandidata al gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, recibió menos aplausos.
Los que pasaron desapercibidos y ni siquiera fueron motivo de una atención fueron el dirigente de Morena, Sebastián Ramírez Mendoza; la presidenta del PT en la Ciudad de México, Magdalena Núñez Monreal; y la coordinadora nacional de Fuerza por México, Maiella Gómez Maldonado.
Los silencios de la gente se contaron de ocho a 10 segundos, el más extenso fue cuando durante su discurso Sheinbaum preguntó a los asistentes sobre las obras del gobierno federal y nadie contestó.
La falta de participación generó vacíos que fueron aprovechados por vecinos del parque ecológico de Nativitas; a través de un megáfono gritaban que desde hace seis meses exigen atención de las autoridades locales para resolver el asesinato de docenas de perros.
Personal de la alcaldía trató de silenciar a los manifestantes, pero terminaron enfrentándose a empujones. En otro punto del mitin se originó otro conato de pleito.
La falta de respuesta de la gente se repitió en el segundo encuentro con simpatizantes realizado en la alcaldía Tlalpan, cuando el coordinador de precampaña, Gerardo Fernández Noroña, presentó a la aspirante Clara Brugada, tuvo que exigir mayor participación a los asistentes al acto proselitista al advertir: “No los oigo cabrones, se me hace que no comieron hoy”.
Rosca, juguetes y aguas de sabores para la espera
Con el fin de que los asistentes a los mítines en las alcaldías Xochimilco y Tlalpan esperaran a que llegara la dirigencia morenista y la aspirante presidencial, los organizadores pensaron que sería buena idea repartir roscas, juguetes y aguas de sabores.
Cientos de trozos de la tradicional Rosca de Reyes fueron repartidas por los organizadores de los eventos masivos, esperando que con ello los asistentes lograran esperar durante tres horas bajo los rayos del sol a que diera comienzo el mitin de la aspirante presidencial.
Mientras en Xochimilco, la rosca fue compartida con pequeñas bebidas de leche sabor chocolate para los niños, en Tlalpan los morenistas esperaron repartir hasta el final del evento decenas de pelotas y juguetes a los pequeños que acompañaron a sus padres al evento político.
La entrega de juguetes y alimentos no impidió que cientos de personas abandonaran a la mitad los mítines cuando pasaron listas con sus coordinadores de comités.
