Frente al hecho casi seguro de que México tendrá una presidenta en 2024, ya sea Claudia Sheinbaum o Xóchitl Gálvez, Carolina Hernández se pregunta cuál es su agenda de género, la que hasta ahora poco se ha visto, o si serán de aquellas gobernantes que terminan replicando las prácticas machistas de sus predecesores. La periodista ya avizora cómo la gestión de la futura mandataria tendrá entre sus primeras batallas el ser juzgada en relación con su género, lo que no ocurre en el caso de los varones en posiciones de poder. En su opinión, el tema no es si México está preparado para que haya una mujer al frente de la Administración Pública Federal, sino más bien si quien llegue al cargo tendrá la capacidad de reducir la brecha de oportunidades.
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