Si bien en los años recientes el precio de las gasolinas en México se ha movido en paralelo a la inflación, debe tenerse en cuenta que este indicador macroeconómico evolucionó de manera inusual con la pandemia, es decir, muy por arriba de las expectativas de las personas, de forma tal que se convirtió en un impuesto expropiatorio del ingreso en la medida que aumentó a una mayor velocidad y magnitud que el ingreso de las personas.
Desde mayo de 2020, prácticamente, los precios de las gasolinas registran aumentos de forma tal que desde esa fecha, los carburantes marcan cada mes un nivel récord. En septiembre pasado, la gasolina Magna registró un precio promedio a nivel nacional de 22.33 pesos por litro, que fue el más alto en la serie de datos que publica Petróleos Mexicanos (Pemex), en tanto que para octubre pasado el precio de la Premium y el diésel fue de 24.60 y 24.20 pesos por litro; en ambos casos, marcaron niveles récord.
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Ciertamente, las gasolinas son un insumo fundamental en la movilidad de personas y mercancías, sin embargo, al no aumentar el ingreso de las personas en la misma medida que la inflación, se va perdiendo poder de compra, lo que explica el estancamiento con tendencia a la baja en los volúmenes de venta, y la caída es más acelerada si medimos el total de la venta en pesos por litro.
(millones de pesos ajustados por inflación y volumen en miles de barriles diarios)
En octubre de 2023, el valor de las ventas de gasolina en México fue de 40 mil 777 millones de pesos, una baja de 25.5% en términos reales respecto al mismo mes de un año antes, mientras que en términos de volumen la venta fue de 652 mil 273 barriles en promedio por día, lo que significó un aumento de apenas 0.6% respecto a octubre de 2022, luego de siete meses consecutivos de baja en la medición a tasa anual, todo esto con base en información de la Secretaría de Energía (Sener).
(millones de pesos ajustados por inflación y volumen en miles de barriles diarios)
En general, se aprecia una tendencia a la baja en el consumo de gasolina en lo que va del 2023. De acuerdo con el reporte de la Sener, desde diciembre de 2022 se registra un sostenido decremento en el valor de ventas de gasolina, con caídas como la de mayo pasado, que fue de 36%. Así, entre febrero y octubre pasados, se registró una caída promedio cada mes de 25% en términos reales.
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La considerable reducción en el subsidio del impuesto especial a gasolinas, así como el sostenido aumento en su precio, obliga a los automovilistas a moderar o reducir lo más posible su consumo. De acuerdo con el registro mensual de inflación del Inegi, desde febrero de 2021 el precio de la gasolina Magna y la Premium, así como del diésel, no han dejado de aumentar. Del total de gasolinas vendidas, el 80% es Magna y el 20% es Premium.
