Héctor de Mauleón aborda la falta de visión, si no es que ceguera, que llevó a Marcelo Ebrard a caminar hacia su propia tumba. El periodista expone la serie de errores y traspiés en los que incurrió el excanciller desde que en marzo le dijo “ternurita” a Claudia Sheinbaum, pasando por su propuesta de crear una secretaría para el hijo del presidente, su descontento con el proceso interno de Morena y sus coqueteos con la oposición, hasta llegar a la irrelevancia y sumisión con el reciente anuncio de que permanece en el partido junto a quien hace unos meses llamó “esa señora”. Fue la propia abanderada presidencial quien le propinó el golpe mortal.
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