Lamine Yamal festeja su gol ante Chipre. (Foto: Reuters).
EFE.- La selección española aseguró virtualmente el liderato de grupo en una tarde plácida de futbol en Limasol con los menos habituales y tres debutantes, con un triunfo ante Chipre (1-3) gestado en 28 minutos de dominio y pegada.
Cinco minutos tardó en marcar Lamine Yamal en su regreso. De madurez impropia para un futbolista que podría estar jugando el Mundial Sub-17 pero brilla con la absoluta y pide paso entre los fijos de la próxima Eurocopa.
Con el control sumado a un amago, regateó al portero. Con la paciencia de un goleador, aguantó hasta definir con la zurda. Haciendo todo con sencillez. En una acción que nacía con un movimiento de Joselu que habilitaba la aparición de los interiores. Gavi conectaba con Merino y el centro acababa en la red.
Lo había intentado Joselu, cazando en carrera al vuelo un pase en largo, pero el acierto lo puso Oyarzabal para marcar dos años después con la Roja. Con la incorporación ofensiva de Grimaldo y el servicio preciso a la definición por bajo del jugador de la Real.
Tras un disparo al poste de Zubimendi, cuando había sentenciado el partido España con dos tantos en seis minutos. Con Joselu reafirmándose como el máximo goleador desde la llegada de De la Fuente al cargo, mostrando su olfato tras un saque de esquina, antes de que llegara la lesión de Oyarzabal y un freno al ímpetu del resto de internacionales.
España fue rebajando su dominio y sus llegadas, tiró a puerta en una sola ocasión en el segundo acto, con un testarazo de Joselu, y acabó recibiendo el castigo del gol a los 75 minutos. El tercer tanto de Chipre en sus ocho partidos de clasificación, un dato que plasma su calvario.
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