Por Jesús Padilla / Corresponsal
León.– Un expolicía fue sentenciado a 51 años de prisión por actos de violencia y desaparición contra su hijastro de 11 años de edad, cuyo paradero se desconoce desde mayo del 2022.
La medianoche del 13 de mayo del año pasado, Miguel Ángel “N” despertó y se llevó por la fuerza a Juan David, quien vivía en la colonia Urbi Villas del Rey, en Irapuato, con el argumento que lo llevaría con su padre.
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Durante varios días previos lo golpeó en el rostro y los maltrató psicológicamente.
“Horas después, el expolicía regresó al domicilio y la madre le preguntó por su hijo, a lo que respondió que al ir caminando juntos, el niño se echó a correr y ya no supo nada de él. La madre insistió en saber el paradero de su hijo, pero Miguel Ángel ‘N’ decidió ya no decir nada. Desde entonces el pequeño no ha sido localizado”, citó la fiscalía en un comunicado.
Varios grupos de búsqueda de personas desaparecidas han tratado de localizarlo en fincas abandonadas, en la presa del Conejo y en predios baldíos, pero no han dado con su paradero.
La fiscalía detuvo al expolicía cuatro días después de la desaparición de su hijastro, Juan David. El sujeto se negó a dar información sobre el paradero del menor.
Peritos pudieron obtener información de su celular y ubicaron varios lugares en donde estuvo.
“Se analizó la información encontrada en el celular del implicado. A partir de ello, y de acuerdo con los datos obtenidos, se pudo determinar que el acusado reproducía determinada música mientras golpeaba al ofendido. En fotografías tomadas días antes de la tragedia, se aprecia su rostro con evidentes huellas de violencia”, informó la fiscalía.
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En la audiencia, los padres biológicos del menor y la fiscalía le ofrecieron pedir una reducción de la condena si les decía donde estaba el cuerpo de su hijo, pero no accedió.
Más de 100 integrantes de colectivos de búsqueda esperaron afuera del juzgado para dar su apoyo a la familia.
