Por Diego Soto / Corresponsal
Baja California Sur.- Un monitoreo de la calidad del agua en playas de la capital del estado reveló altos niveles de bacterias como enterococos —encontradas en residuos fecales— tras el paso del huracán “Norma“. Por el hallazgo, la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) recomendó, por segunda ocasión, no ingresar al mar hasta que mejoren las condiciones.
“Norma” provocó el crecimiento de cauces de arroyos que arrastraron piedras y arena, inundando los drenajes que posteriormente colapsaron y desembocaron en la bahía de La Paz. Para desazolvar la red de drenaje, el gobierno estatal solicitó prestadas varias unidades de maquinaria Vactor.
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“La Cofepris ratificó este miércoles la recomendación a la ciudadanía para que no ingrese al mar en las playas del municipio de La Paz, debido a que los análisis de laboratorio hechos a muestras de agua tomadas en distintos puntos litorales indican que no están en condiciones óptimas para su uso recreativo”, expresó José Manuel Larumbe Pineda, comisionado de Cofepris.
Larumbe Pineda precisó que personal de la dependencia realizará nuevos muestreos en un periodo de entre cinco y siete días para evaluar las condiciones sanitarias y definir si la medida continua o se levanta.
Para dimensionar el problema sanitario, Latinus conversó con Alberto Guillen Guadarrama, director de la Red de Observadores Ciudadanos y Waterkeeper La Paz, quien lleva más de diez años desempeñando un programa de monitoreo de la calidad de agua.
El seguimiento se realiza en las playas Tecolote, Balandra, Pichilingue, El Tesoro, El Coromuel, La Concha, El Kiosco y Estrella de Marque, todas ellas con certificación Blue Flag. Tras realizar los monitoreos dan a conocer los resultados y, en su caso, emiten alertas o avisos de los lugares que no son aptos para actividades recreativas.
“Sabemos que en los eventos de lluvia, la ciudad tiene un conflicto desde hace muchos años, porque no tenemos un drenaje pluvial. Entonces, cuando llueve, el agua se va a las alcantarillas; las alcantarillas se llenan, se desborda, corre por las calles y la mayoría del agua —sobre todo en el primer cuadro de la ciudad— toda el agua va a dar al malecón, por lo tanto, en el malecón se junta agua de lluvia, lodo, además, aguas negras con desperdicios fecales porque esa agua no ha llegado a la planta de tratamiento, entonces es una mezcla muy peligrosa en cuanto a bacterias que al final de cuenta eso es lo que medimos nosotros, bacterias de enterococos”, expresó.
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Guillen Guadarrama precisó que existen dos normas que regulan los niveles de densidad microbiana en cuerpos de agua, ambas basadas en el sistema de medición denominado Número Más Probable (NPM); la norma nacional mexicana establece 200 unidades, mientras que la internacional marca 100 NMP como el máximo para considerar que las aguas son aptas para su uso.
La última medición fue realizada el jueves 2 de noviembre y arrojó los siguientes resultados: en la playa Tecolote, 134 NMP; Balandra, 10 NMP; Pichilingue, 10 NMP; Tesoro, 63 NMP; La Concha, 31 NMP; Coromuel, 20 NMP; Kiosko, 275 NMP y Estrella de Mar, 5 mil 748 NMP. De acuerdo con los indicadores, las últimas dos playas —del malecón de la ciudad— se encuentran por encima de la norma nacional mexicana e internacional y la playa Tecolote supera el máximo nacional.
“Hemos determinado en muchas ocasiones (como) no aptas las playas del malecón (…) regularmente se mantienen en 25 NMP, o 30 NMP, a veces puede llegar a 150 NMP, en la norma internacional 100 es el NMP, donde ya se podría determinar una zona no apta para las actividades recreativas”, apuntó.
La Red de Observadores Ciudadanos (Roc) considera que las alertas deberían escalar hasta una restricción —ya sea total o parcial—, tomando en cuenta que los niveles altos de presencia de bacterias representan un riesgo, ya que quienes ingresen al agua podrían registrar complicaciones de salud, como afectaciones en la piel, los ojos, oídos, boca.
Waterkeeper precisó que la recomendación de una afectación de un mes en las aguas de la bahía, por Andrea Geiger, encargada de despacho de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), podría quedarse corta debido a que los contaminantes y sedimentos se asientan en el fondo de la bahía y con el movimiento de las embarcaciones se desplazan a otras playas, por lo que recomendó esperar hasta que las condiciones sean óptimas.
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De momento, sólo existe la restricción emitida por la Cofepris, y los tres niveles de gobierno no han informado sobre un plan o medida para amortiguar el impacto que tendrá en el sector turístico.
La asociación de hoteles Emprhotur estima que la capital del estado tiene una afluencia anual de un millón de turistas. De esta cifra, aproximadamente 400 mil buscan tener contacto con santuarios naturales como las playas y buscan realizar actividades como avistamiento y nado con especies marinas.
Profepa advirtió que si para el periodo de octubre y abril —cuando los tiburones ballena suelen llegar a la bahía de La Paz— no hay condiciones adecuadas, la especie buscará otros lugares para pasar la temporada.
