Por Marco Antonio Duarte/ Corresponsal
Michoacán.-Un policía muerto y cinco presuntos sicarios detenidos, es el saldo que dejaron en las últimas horas dos emboscadas de gatilleros a policías y soldados, en los municipios michoacanos de La Huacana y Cotija.
La Guardia Civil (Policía Estatal), informó que el primer hecho ocurrió anoche en el poblado de Cupuán del Río, en el municipio de La Huacana, ubicado en la Tierra Caliente de Michoacán.
En este sitio, un grupo de presuntos sicarios atacó con rifles de asalto a elementos de la Guardia Civil y soldados de la 43 Zona Militar —con sede en Apatzingán—, desatándose un enfrentamiento que permitió detener a cinco de los gatilleros, aunque se presume que al menos siete delincuentes más huyeron.
Los uniformados aseguraron una camioneta marca Toyota, tipo Tacoma, con reporte de robo, así como 11 rifles de asalto, uno más antiblindaje calibre .50, 2 mil 667 cartuchos útiles, 82 cargadores y ocho chalecos tácticos.
De acuerdo con una fuente de la 43 Zona Militar consultada por Latinus, el grupo de sicarios pertenece al Cártel de Zicuirán que encabeza Miguel Ángel Gallegos Godoy “El Migueladas”, quien tiene a La Huacana como su principal bastión
Por otra parte, un comando de sicarios emboscó a elementos de la Guardia Civil que realizaban un recorrido en el poblado de “El Potrero de El Saúz”, en el municipio de Cotija, colindante con el estado de Jalisco.
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En el ataque, fue asesinado el policía identificado como Armando Guzmán, mientras que la agente Marlene V. resultó gravemente herida.
Las primeras investigaciones apuntan que la emboscada fue perpetrada por presuntos sicarios del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), organización criminal que se disputa el control de actividades ilícitas con Cárteles Unidos (Cártel de Los Reyes-Los Viagras-Blancos de Troya), Pájaros Sierra y de Los Caballeros Templarios.
Cabe mencionar que el pasado 24 de septiembre fue secuestrada en Zapopan, Jalisco, Yolanda Sánchez Figueroa, alcaldesa de Cotija, por presuntos miembros del CJNG, quienes la entregaron días después a la Policía Municipal de Villamar, Michoacán.
