Por José Gerardo Mejía
Frente a miles de simpatizantes de Morena que se acomodan en el gimnasio Parral para recibir a Claudia Sheinbaum, está Lorena Ramírez, mujer tarahumara o rarámuri de 28 años, ultramaratonista conocida como “la de los pies ligeros”.
Lorena, sentada en la silla que le asignaron en el templete, es la persona más sola del mitin realizado en Parral, Chihuahua, durante largos 25 minutos; después recibiría el aplauso más nutrido tras firmar el Compromiso de Unidad para la Transformación a invitación que le hizo la aspirante presidencial en julio pasado.
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La atleta llegó puntual, y en el tiempo de espera no movió un solo músculo, sólo observó cómo iban brotando de los accesos del inmueble más y más simpatizantes en dirección a las sillas y pasillos aún disponibles.
Morenistas acarreados de varios municipios se apretujan, chocan y mezclan sudores, gritan, insultan y avanzan milímetro a milímetro en busca de un asiento, o al menos un hueco donde puedan ver y escuchar a Sheinbaum al lado del amplio espacio asignado a los invitados especiales protegido con vallas.
La atleta, que ha ganado ultramaratones de más de 13 horas en huaraches, sigue inmóvil ante esa militancia que se ufana, como su dirigencia, de ser férrea defensora de los pueblos originarios, sigue en su lugar, pero nadie la ve, nadie se acerca, nadie le habla.
Luego de esos 25 minutos, una de las integrantes de la organización registra la presencia de Lorena Ramírez cuando camarógrafos y fotógrafos trataban de captar la imagen de su prolongado momento de soledad.
La organizadora cruzó con ella unas palabras, para pedirle que bajara junto con el resto de firmantes que llegan a cuentagotas, a diferencia de “El Pagano”, luchador originario de Ciudad Juárez, aunque parece inglés por su puntualidad y cuyo rostro caracterizado recuerda a la de “El Guasón”, villano del universo DC.
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Cinco minutos después, la integrante del staff regresa con Lorena Ramírez para sentarla, esta vez en la segunda hilera de invitados, aunque de inmediato, una de sus compañeras se acercó para recordarle que era invitada de Sheinbaum, para finalmente dejarla en la primera hilera, al lado del expriista Alejandro LeBarón, hoy converso morenista.
Cuando Sheinbaum llegó al gimnasio Parral, Lorena Ramírez permaneció de pie los 35 minutos que tardó la aspirante presidencial en llegar al templete y saludarla luego de aquel encuentro que tuvieron el 23 de julio pasado para trotar junto a la ultramaratonista y media docena más de mujeres rarámuris.
Eran días en los que la ex jefa de Gobierno recorría el país en busca de ganar la encuesta que levantó Morena para elegir a su coordinador de la Defensa de la Transformación, como finalmente ocurrió.
En su discurso en Parral, Chihuahua, del pasado miércoles, Sheinbaum afirmó que “algunos gobiernos que vienen del pasado, se les olvidó la educación, la salud, el acceso a la vivienda, y se les olvidaron los pueblos originarios”.
