EFE.- El número de víctimas por uno de los peores terremotos y sus consecutivas réplicas en la provincia de Herat, en el oeste de Afganistán, aumentó este domingo a más de 2 mil 400 muertos y al menos 2 mil heridos, mientras equipos y organizaciones humanitarias apresuran las tareas de rescate.
“Según nueva información, el número de muertos por el terremoto aumentó a más de 2 mil 400 y los heridos a más de 2 mil “, informó a EFE el portavoz del Ministerio de Gestión de Desastres, Mula Janan Sayeq.
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El sismo de ayer afectó en especial el distrito de Zindah Jan, en la provincia de Herat, epicentro de los sismos, donde una docena de aldeas quedaron completamente destruidas, según datos de las autoridades de los talibanes.
Imágenes de la tragedia muestran aldeas en ruinas, a los propios habitantes de las zonas devastadas levantando a mano, sin ningún tipo de maquinaria, los escombros de sus casas, con la esperanza de encontrar a sus familiares.
Este es el tercer terremoto más mortífero desde 1998 en Afganistán y la peor catástrofe que enfrentan los talibanes desde que tomaron el control del país en agosto de 2021, sin acceso al sistema financiero y las reservas internacionales.
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El gobierno de los talibanes apeló a organizaciones benéficas, empresarios y ciudadanía “adinerada” de Afganistán que brinden asistencia a los afectados.
Instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o la Sociedad de la Media Luna Roja Afgana (ARCS) se encuentran sobre el terreno agilizando las tareas de rescate, atendiendo a las víctimas y desplazando a los habitantes a zonas más seguras.
Afganistán sintió en la jornada de ayer al menos siete temblores. El primero y el cuarto, los de mayor magnitud, fueron de 6.3 y se produjeron en el distrito de Zindah Jan, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, en inglés).
Se trata de uno de los peores sismos registrados en el país en las últimas décadas.
El país asiático se encuentra entre los más propensos a desastres naturales, al estar situado en la cadena montañosa del Hindu Kush, una zona de gran actividad sísmica y habitual punto de origen de movimientos telúricos en la región.
