EFE.- Al menos 32 civiles murieron, entre ellos diez niños, y otros 167 resultaron heridos en los últimos tres días por una intensa campaña de ataques de las fuerzas gubernamentales sirias contra las áreas opositoras del noroeste del país, informó hoy el grupo de rescatistas Cascos Blancos.
Desde el miércoles hasta este mediodía, más de una treintena de personas fallecieron en las áreas de las provincias de Idlib y Alepo en manos de la oposición por ataques “aéreos, de artillería, bombardeos con misiles, y armas incendiarias y de racimo prohibidas internacionalmente”, afirmaron los socorristas en redes sociales.
Te puede interesar: El líder del Estado Islámico muere durante un enfrentamiento en Siria
Además, las acciones perpetradas por las tropas sirias y su aliada Rusia causaron durante ese periodo heridas a al menos 167 civiles, entre ellos medio centenar de menores, según el recuento de los Cascos Blancos, que operan en las zonas opositoras del país.
La campaña, que continuó durante la tarde de hoy, se intensificó después de que el pasado jueves un atentado con drones causara 89 muertos y 277 heridos en una academia militar en la provincia central de Homs, en la peor acción en años contra un objetivo del gobierno del presidente, Bachar al Asad.
Damasco atribuyó el atentado a terroristas, un término que a menudo utiliza para referirse a las formaciones insurgentes a las que se enfrenta en el marco del conflicto armado iniciado hace casi doce años y que todavía dominan amplias zonas de Idlib y Alepo.
Sin embargo, algunos expertos cuestionan que esos grupos, el más destacado de ellos la alianza islamista Organismo de Liberación del Levante, en el que se incluye la exfilial siria de Al Qaeda, tengan la capacidad operativa y logística para lanzar un atentando de semejante envergadura en Homs.