Por Jorge Monroy
A unas horas de que sepultaron a su hija Montserrat, Rosa Isela Gómez y Armando Juárez lucen serenos aunque agotados. El martes, mientras sus familiares velaban a la joven y acudían a una misa, ellos sostuvieron una reunión con las autoridades de la Fiscalía de Justicia de la Ciudad de México para conocer cuál es la situación del presunto responsable del feminicidio.
Este miércoles, la pareja recibió a Latinus en su casa en el Estado de México y contaron cómo y dónde recibieron la noticia de que su hija Montserrat, desaparecida desde julio del 2022, había sido localizada.
“Nosotros nos enteramos el domingo al mediodía, aproximadamente, de su muerte, más no de videos, cuando ya la gente hablaba de los videos, hablaba de que había salido en Facebook”, dijo su madre.
Quien notificó a los padres no fueron las autoridades: ni las que recibieron la denuncia de desaparición en julio de 2022 ni las que fueron notificadas del deceso, sino una amiga de Rosa Isela, su madre, integrante del colectivo Ehécatl, que se dedica a buscar a personas desaparecidas.
De ahí iniciaron el recorrido hacia la agencia del ministerio público y luego al Instituto de Ciencias Forenses para identificar a Montserrat.
En ese trayecto supieron que, inicialmente, elementos de la Secretaría de Seguridad no sólo ayudó a retirar el cuerpo del departamento en que fue asesinada, sino que reportó que la muerte se debía a causas naturales y no había señales de violencia, por lo que autorizaron que Sean Alejandro, su novio, y su familia, se encargaran de los trámites funerarios.
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“Cuando vamos a reconocer el cuerpo y también nos acompaña la licenciada Carmen Zamora, en menos de 30 segundos que vamos a reconocer el cuerpo, yo conté ocho puñaladas, estrangulamiento, moretones, me pregunto ¿esa es muerte natural?”.
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