Activistas de la organización Greenpeace México se subieron este miércoles al buque minero “Hidden Gem”, que está en la bahía de Manzanillo, Colima, para protestar en contra de la minería submarina.
La organización señaló que su protesta pacífica es para denunciar la extracción de minerales, particularmente en la Zona Clarion Clipperton, entre México y Hawaii, y que pone en peligro a las especias marinas.
Te puede interesar: Greenpeace acusa a Shein de usar en sus productos sustancias químicas peligrosas para el ambiente y la salud
Los activistas colocaron en el buque una manta en la que se lee “destructor del océano”.
“Esta zona es conocida por su abundancia de nódulos polimetálicos, que son depósitos minerales ricos en cobre, níquel, manganeso y otros minerales de interés económico”, explicó.
Acusó que la minería submarina pone en riesgo también a las especies que viven en el fondo del océano por las actividades del buque que pertenece a la compañía canadiense The Metals Company.
Alertó que “la actividad minera en esta zona también representa un riesgo para México por su cercanía con el área natural protegida del Pacífico Mexicano Profundo y el Archipiélago Revillagigedo”.
Asimismo, Greenpeace México indicó que la presencia del buque “Hidden Gem” en el país es relevante porque el gobierno participó en congresos internacionales que buscan la regulación y protección de los océanos.
“Hoy más de 20 países se oponen a la minería submarina. La resistencia contra esta industria sigue creciendo y el poder de la gente, de las comunidades indígenas y de la sociedad civil ha sido importantísimo para ello”, explicó Ruth Ramos, campañista de Greenpeace México.
Sigue leyendo: Greenpeace exige detener perforación minera en aguas profundas frente a costas de Colima
A través de un video en sus redes sociales, una integrante de la organización, que se identificó como Sofía, exigió no dar la luz verde a la minería submarina.
La presencia de dicho buque en zonas marítimas de Manzanillo podría traer consigo impactos ambientales como contaminación lumínica y acústica, además de afectar la vida de las especies, incluyendo cetáceos, puntualizó la organización.
