Por José Gerardo Mejía
Cuando Rubén Rocha Moya, gobernador de Sinaloa, tomó la palabra para defender la incorporación de priistas a la llamada Cuarta Transformación, comenzó un sonoro abucheo de la militancia morenista que opacó sus palabras e hizo crujir el eslogan “¡La esperanza nos une!”, de la gira de agradecimiento de Claudia Sheinbaum.
Este sábado, la aspirante presidencial llegó una hora tarde acompañada de Rocha Moya a su cuarto mitin de agradecimiento por el país con la intención de convencer de manera pública a las bases de ese partido en Sinaloa, pero no lo logró.
“¡Fuera el PRI! ¡Fuera el PRI! ¡Fuera el PRI!”, fue el grito que comenzó a multiplicarse entre simpatizantes convocados al Salón Figlostase de la capital de esta entidad, en la que de manera previa, el mandatario estatal envió a sindicalizados de su gobierno para llenar el inmueble.
A diferencia de los tres primeros mítines de la aspirante presidencial en Morelia, Michoacán; Tuxtla Gutiérrez, Chiapas; y Hermosillo, Sonora, todos con gobiernos de extracción morenista, Rocha Moya hizo públicas las diferencias de ese partido en esa entidad.
Rocha Moya trató de apoyarse en un video del exboxeador Julio César Chávez, quien durante décadas ha tenido cercanía con gobiernos priistas para convencer a la masa guinda que demandaba sin tregua el rechazo a expriistas.
“Yo, yo, gobernador de Morena, compañero de ustedes pongo en riesgo mi condición política si lo quieren, pero estoy convencido de que esta es la vía, la vía de ser incluyentes, de incorporar a más gente que venga a fortalecer al movimiento”, aseveró.
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El gobernador no convenció a los asistentes, al contrario, comenzaron a pedir que también se bajara del templete y se fuera del mitin.
En tanto que Sheinbaum y Mario Delgado, líder nacional de Morena, luego de voltear a verse con rostro de preocupación enviaron a Gerardo Fernández Noroña, vocero de la aspirante presidencial.
Esta vez, Noroña no usó sus mejores argumentos, cuando puso como ejemplo a uno de los expriistas más cuestionados que está incrustado en la cuarta transformación.
“Yo cuando digo que Manuel Bartlett es un patriota que ha defendido Pemex y Comisión Federal como pocos, hay quien me recuerda que venía del PRI, él tiene que hacerse cargo de su trayectoria”, soltó, por lo que fue relevado por el propio Delgado.
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“Aquí no se invita a nadie a una candidatura. Se lo digo a todos los militantes y se lo digo a los externos que hoy están sumándose. No los vamos a engañar: las invitaciones son para trabajar por nuestro proyecto de la Cuarta Transformación”, destacó Mario Delgado, pero los gritos de desaprobación no cesaban.
Sheinbaum se levantó para hablar aunque de inicio, tampoco la dejaban terminar una frase.
“Vamos a serenarnos, tranquilidad (es serenidad) y paciencia mi querido Solín diría Kalimán, les voy a contar una historia”, hizo una pausa ante gritería que no cesaba y preguntó: “¿Me van a oír o no? Vamos a escucharnos”.
“Compañeros, ¡no los voy a traicionar nunca! Jamás voy a traicionar al pueblo de México, yo que sí luché por la democracia”, destacó tras hacer un recuento de los movimientos políticos a los que se ha sumado a pesar de la desconfianza mostrada a expriistas como Cuauhtémoc Cárdenas.
Entre los expriistas que cambiaron de camiseta están los exalcaldes Fernando Pucheta, Jesús Antonio Valdés, Antonio Castañeda, además de diputados locales como Gloria Himelda, Cinthia Valenzuela y Ricardo Madrid.
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Sheinbaum fue más allá y subrayó: “Hasta en la religión hay arrepentimiento, ¿sí o no? Hasta Dios permite el arrepentimiento ¿sí o no? Entonces ¿qué es lo que estamos haciendo ahora? Porque en 2017 el presidente (Andrés Manuel López Obrador) invitó a muchas personas, yo recuerdo que hasta yo decía ‘pero ¿cómo es que está firmando? Si siempre luchó contra nosotros’”.
Aunque en el ambiente aún quedaba la afirmación de “nadie nos ha dicho que vamos a ganar las próximas elecciones”, del gobernador Rocha Moya.
