Por Fernando Miranda / Corresponsal
Oaxaca.– La familia de Carlos Aranda —joven de Oaxaca, quien desapareció en julio pasado en Canadá y fue hallado muerto en un lago ubicado en las inmediaciones de la ciudad de Osoyoos— anunció que culminó el proceso de repatriación de los restos, el cual calificaron como complejo y duro.
Pasaron más de tres meses desde que se notificó la desaparición del joven para que su cuerpo por fin pueda descansar en tierras oaxaqueñas, luego de una amplia difusión del caso y de las acusaciones de la familia en contra de la Policía Montada y de los funcionarios de Canadá, a quienes acusaron de dilación en la búsqueda.
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Este jueves, la familia de Carlos informó que los restos del joven ya fueron sepultados en su tierra natal, pero aseguraron que no se detendrán en su exigencia de conocer la verdad y obtener justicia.
“Con profundo pesar, la familia de Carlos Tomás Aranda Burgoin hace del conocimiento de la sociedad en general que luego de un complejo y duro proceso de repatriación de sus restos, nuestro familiar ya descansa en paz en su tierra natal tras darle cristiana sepultura hace unos días”, indicaron en un comunicado.
Tras agradecer el apoyo de todas las personas que los apoyaron de México, Estados Unidos y Canadá, así como el acompañamiento de autoridades del gobierno federal y del gobierno de Oaxaca, los familiares advirtieron que seguirán su lucha por conocer qué fue lo que le pasó Carlos y si hay responsables de su muerte.
Aseguraron que la pérdida es irreparable y que “aún falta mucho para que se esclarezca cómo fue que perdió la vida, y sobre todo, quiénes pudieron haber tenido responsabilidad”, por lo que llamaron a las autoridades de México y Canadá a seguir con las investigaciones.
Carlos Aranda desapareció a principios de julio en la ciudad de Osoyoos, en donde se encontraba con algunos amigos. De acuerdo con la familia, la búsqueda enfrentó varias deficiencias y las autoridades canadienses retardaron las acciones, por lo que incluso protestaron a las afueras de Palacio Nacional para exigir que el gobierno mexicano elevara el interés en el caso.
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“Mantendremos la esperanza de que los resultados de las pruebas forenses se entreguen e integren en tiempo y forma, según lo prometido por los encargados, pero sobre todo, como lo dicta su ética y marco jurídico. Asimismo, reiteramos nuestro humilde exhorto a los oficiales a cargo de la investigación para que mantengan el rigor en la misma, agotando todas las líneas posibles que lleven a la verdad y, de ser el caso, a la justicia”, finaliza el documento.
